Durante esta semana se celebra en Davos (Suiza) la reunión anual del World Economic Forum, un evento de gran trascendencia al reunir a los principales líderes mundiales de las esferas política, económica y social. Debido a mi trabajo en la sede de Múnich del IESE Business School, he podido tratar más de cerca esta institución y el pasado 9 de octubre incluso pude conocer y conversar con su fundador y presidente, el catedrático Klaus Schwab, ingeniero alemán. El congreso celebra este año su 50ª edición, bajo el lema “Stakeholders for a cohesive and sustainable world”.
Siempre llaman la atención las iniciativas que nacen pequeñas y que, posteriormente, van creciendo de un modo orgánico y natural por estar bien pensadas. La idea de Klaus Schwab consiste en que algunos problemas mundiales son de tal envergadura, que se necesita de la ayuda y de la participación de muchos para resolverlos, de tal modo que no solo unos pocos se beneficien de la solución sino muchos, cuantos más mejor. Estamos hablando de asuntos como la conservación de la naturaleza, la desigualdad en el reparto de la riqueza, la injusticia social, la discriminación o la paz, entre otros. Para esto se le ocurrió crear una plataforma de diálogo, cooperación y colaboración pública y privada en la que no solo participan los jefes de Gobierno de muchos países, sino también los máximos ejecutivos de grandes empresas, los mil CEOs más importantes de todo el mundo.
La periodista alemana Julia Melchior se aproxima a la profesión “Ser Reina en el siglo XXI” con una trilogía en la segunda cadena de televisión alemana (ZDF). Y lo hace tras seguir durante un año el día a día de la reinas Letizia de España, Máxima de Holanda y Mathilde de Bélgica. Estrenó la serie nuestra Reina el pasado 24 de agosto.
El pasado 3 de julio asistí a la recepción anual del Cardenal de Múnich, Reinhard Marx. No es una recepción pequeña, ya que asisten alrededor de mil personas y tampoco es un cardenal cualquiera, ya que es uno de los ocho asesores inmediatos del Papa Francisco. Hubo dos horas de discursos, que son el “precio” para la posterior cena en mesas y bancos tipo “biergarten” del simpático parque de la Academia Católica de Múnich. Llamó la atención el discurso del Presidente de Baviera Marcus Söder, que no tiene ningún reparo de dejar clara la importancia de la vida religiosa para el país. El mismo es un creyente cristiano de confesión luterana. Al estrenar su gobierno confirmó la obligación de colocar símbolos cristianos en lugares públicos, es decir, crucifijos en las aulas de colegios públicos y en los juzgados.
Desde abril de 2006 escribo con regularidad para esta tribuna que tiene un título peculiar: “Mallorquines en el mundo”. A la hora de pensar en un nuevo artículo tras el fallecimiento de mi padre, Félix, hace apenas un mes, se me hace todo cuesta arriba y me parece natural dedicarle a mi padre unas líneas desde aquí.
El instituto “Ifo” en Múnich es una gran fuente de información económica en Alemania y también es una referencia mundial. Su anterior presidente, Hans-Werner Sinn, ya jubilado, era una gran eminencia. Su peculiar barba le daba también un aire de gran sabio. El instituto es conocido por sus pronósticos sobre el desarrollo económico del país y por su índice del “clima de negocio”.
Melanie Mühl, periodista del Frankfurter Allgemeine Zeitung, ha escrito una vez más un libro conmovedor, con el título: “La compasión, sobre una habilidad en tiempos agitados”.
El astronauta alemán Alexander Gerst ha grabado un
El anuncio de que Angela Merkel no se presentaría como candidata a la presidencia de su partido dentro de 2 años causó sensación en Alemania y en buena parte del mundo. Era, por otra parte, una noticia esperada desde el momento en el que nombró a Annegret Kramp-Karrenbauer (un nombre difícil de pronunciar incluso para los alemanes, que lo recortan con AKK) como la nueva secretaria general del Partido Cristiano Demócrata.