No hace mucho tiempo que salió publicado un report del World Economic Forum que reconocía que España es el mejor destino del mundo para los turistas. A España le siguen Francia, Alemania, Japón y USA. Ese informe considera aspectos medioambientales y apertura internacional pero al mismo tiempo advertía que hay muchos países en un punto de cambio e invitaba a la industria a asegurar un futuro sostenible.
Hasta aquí está muy bien la noticia. Por lo que he podido observar personalmente durante el mes de agosto por personas afectadas, Mallorca es también un deseado destino de ladrones. Parece ser que buscan joyas y dinero. Entran sigilosamente en las casas y son capaces de llevarse un coche del recinto sin que nadie se entere, por mucho anuncio de servicio de vigilancia que haya, mientras todos están dormidos. O también son capaces en pleno centro de Palma, a plena luz, de tumbar una puerta blindada y desempotrar una caja fuerte entera de la pared sin que nadie se inmute.
La voz se corre y alarma tanto a los insulares como al buen turista que no se siente seguro dentro de su casa. De este modo Mallorca pierde prestigio. Confío en que nuestras fuerzas de seguridad hacen lo que pueden con los medios que tienen a su disposición. Ahora bien, me pregunto si se conocen las causas de este tipo de “turista” que no me parece tan deseado. Quizá es bueno tener poco y así no te roban nada, pero esto no me parece buena alternativa para los que se ganan la vida dignamente. Me gustaría conocer las condiciones sociales de vida de aquellos que tienen que robar para mantener a su familia. Lamentablemente, estas situaciones existen, pero sin que sean un justificante, me pregunto si se está invirtiendo suficientemente en la seguridad pública y si se sabe cual sería el beneficio, también turístico, por qué no, de una mayor seguridad ciudadana.
Vivo en una de las ciudades más seguras de Alemania, Munich. Aquí también se roba, es inevitable, pero también se ve mucha policía. Para la cuidad de Munich no habría mayor desgracia que un colapso de la seguridad ciudadana durante el Oktoberfest. Cada año las medidas de seguridad son más refinadas. ¿Qué puede aprender Palma de Munich?