La presidenta del Gobierno de las Islas Baleares, Marga Prohens, ha declarado recientemente la necesidad de iniciar un diálogo amplio sobre el modelo de negocio económico-turístico de Mallorca y pensar en cuáles son los límites del crecimiento.
Me ha recordado el libro que leí el verano pasado de mí amigo José Luis Pujol “Land 17 y otras Rondallas Mallorquinas”. En el capítulo “el colapso” describe en modo ciencia ficción lo que ocurriría si se colapsaran todas las vías de la isla el mismo día. Un buen guión para una película.
Describir el modelo de negocio de una empresa ya es complejo. Más aún el de una isla. Podemos decir que Mallorca tiene dos recursos naturales: el sol y el espacio. El sol es un recurso ilimitado, el espacio un recurso limitado. Es bueno que pensemos en qué Mallorca queremos dejar a las próximas generaciones.
Cuando uno se siente obeso la solución no es alargar con un agujero más el cinturón para eliminar la sensación de aprieto. La solución de la congestión no es construir más carreteras o añadir una pista más de aterrizaje o ampliar los puertos, sino invertir en infraestructuras que descongestionen los accesos.
Serán los mismos turistas los que decidan si quieren venir o no. Para atraer mejor turismo podríamos comenzar por mejorar la imagen de la isla. Pongamos imaginación al asunto. ¿Dónde están y qué podemos aprender de nuestros Benchmarcs turísticos?. Menciono solo un aspecto, la seguridad urbana. El aumento de los robos en domicilios desprestigia actualmente a la isla en el mercado internacional.
El descanso es una necesidad del ser humano y es bueno que Mallorca se identifique con un lugar de reposo. Esta industria integra un gran factor humano y humanizante. Les debemos mucho a los hoteleros de nuestras islas. No soy amigo de medidas intervencionistas, ahora bien, si conviene crear un marco en beneficio de todos. Se podría pensar en límites de vuelos o de desembarcos. Esto repercutiría en un tipo de turismo que dejaría más dinero en la isla, y además a la larga podríamos pagar aún mejor a los trabajadores del sector turístico aumentando su poder adquisitivo.