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Divagaciones de un mallorquín - Page 11

  • La fiesta de la cerveza de Munich

    Oktoberfest.jpegDespués de cierta sequía mental para escribir desde Alemania, que en parte se debe a la sobreabundancia de noticias que recibimos diariamente, algunas de dificil absorción, retomo el ordenador para contar mi breve estancia en la fiesta de la cerveza de Munich que atrae cada año a millones de visitantes de todo el mundo.

    Fui porque un amigo de Munich se empeñó en enseñármelo, a pesar de que tenía pocas ganas de ir. Era un sábado por la tarde y a esas horas nos encontramos muchas colas en las grandes carpas en las que se reparten los grandes jarrones de cerveza con el contenido de un litro, acompañados de las especialidades culinarias del lugar. En las colas había más de uno con cara más bien azul y sobrado de alcohol. De hecho no pudimos ni quisimos entrar en las carpas. Se ve que es más conveniente ir por la mañana, que es cuando se ven más familias, muchas de ellas con su vestido tirolés del que ellas y ellos hacen mucha gala. Además de las carpas cerveceras hay muchas atracciones de feria: tios vivos, coches de choque, laberintos y montañas rusas de todo tipo. Ni más ni menos que 42 hectáreas para pasar un rato divertido con la familia y con los amigos. Durante las dos semanas de duración trabajan en la feria 8.000 personas fijas y 4.000 con trabajo variante, en un lugar para atender a 100.000 clientes gastronómicos simultáneamente. En fin, algo gigantesco, que atrae a gente de Austria, Suiza, España, EE.UU., Inglaterra, Polonia, Croacia, Hungría, Singapur, Rusia y Turquía.

    El origen de la fiesta de la cerveza proviene de la petición de mano del príncipe heredero Ludwig el 12 de octubre de 1810 (que sería más tarde el rey Ludwig I de Baviera) con la princesa Therese von Sachsen-Hildburghausen. La fiesta duró cinco días. La cuidad de Munich se convirtió en el escenario de la fiesta. En ésta tuvieron lugar múltiples desfiles de soldados acompañados de música y de decoración. Los niños con sus trajes tradicionales alababan a la familia real con poemas, flores y frutos de la comarca. La casa reinante de los Wittlesbacher se mostraba así agradecida y preparaba a sus súbditos para las vicisitudes, reformas y guerras venideras. Esta fiesta popular terminó (al estilo de los romanos) el 17 de octubre con una carrera de caballos en un descampado a las puertas de Munich que marca hoy el recinto de la feria de la cerveza, con el nombre de Theresienwiesen, o Wiesn de modo abreviado.

    Con motivo del éxito se repitieron anualmente las fiestas. En 1811 se organizó simultaneamente la feria agrícola de Baviera. Las primeras carpas de la cerveza aparecieron en 1896 y hasta hoy las cervecerías de Baviera han conseguido mantener el monopolio, de modo que sólo se sirve cerveza original bávara. En 1818 apareció el primer carrusel con dos caballitos y en 1880 comenzó la industria de las atracciones.

    La fiesta de la cerveza de Munich se considera como la mayor fiesta popular del mundo y sigue atrayendo tanto a público local como internacional. Existen todo tipo de estadísticas sobre esta feria. Por ejemplo, este año sólo se perdieron 24 niños, mientras que el año anterior fueron 50 los "niños perdidos" y por primera vez no se ha encontrado ninguna dentadura postiza entre los objetos perdidos. Se ve que va en aumento el número de implantaciones dentales.

  • Minijardines

    Buga.jpegLlama la atención la afición de los alemanes por la jardinería. Cada año tiene lugar una exposición y competición de jardines a nivel nacional: La Bundesgartenschau (www.bundesgartenschau.de). Y otras a nivel federal: Las Landesgartenschau. Todo se debe también a una afición muy extendida de cuidar los jardines particulares, como manifestación cultural de aprecio por la naturaleza y por la belleza.

    También llaman la atención los minijardines que se ven en todas las cuidades. Suelen estar cerca de las vías del tren en zonas habilitadas para el cultivo. En Alemania hay más de un millón de jardineros de minijardín y la superficie total que ocupa es de unas 46.000 hectáreas. El concepto de minijardín está determinado –como todo en Alemania– por una ley: la ley de minijardines. Se trata de terrenos de alquiler para aquellos que no se pueden permitir tener jardín propio en casa. La idea de los minijardines nació a principios del siglo XIX como medida municipal para aliviar la pobreza. Sobre todo después de la II Guerra Mundial, las casetas de los jardines fueron ampliadas ilegalmente para convertirlas en vivienda. Con el tiempo los municipios toleraron estas “casas” y les acreditaron derecho de vivienda perpetuo y a esto se debe que hoy en día tampoco sea posible construir en las zonas de minijardines.

    Los minijardines cumplen hoy en día múltiples funciones. En su entorno prolifera la integración en la sociedad de muchos emigrantes. En los minijardines trabajan personas de más de 80 países y el 7,5 por ciento de los minijardineros son extranjeros, lo que ha permitido ampliar la gama de plantas y vegetales que se cultivan. Algunos alemanes afirman que son incluso más cuidadosos con su jardín que los propios alemanes, como se puede leer en la documentación de la “Federación Alemana de los amigos del jardín”. ¡Aquí existen federaciones para todo!

    Los minijardineros han vivido bajo el prejuicio, por parte de la clase alta, de ser personajes al margen de la sociedad. El hecho es que los minijardineros pasan a formar parte de una asociación desde el momento en el que alquilan el jardín y tienen una vida social propia. En cada asociación hay un reglamento que marca el tipo de vegetación que se puede plantar. Para algunos supone un enriquecimiento de la vida personal y una buena distracción después del trabajo. Estas asociaciones cuentan también con asesores de jardinería para aquellos inexpertos o indecisos que estén planteandose este “lujo”, que cuesta entre 100 y 200 euros al año de alquiler.

    Google me dice que no existen minijardines alemanes en Mallorca. Sería quizá una buena idea empezar con ellos aunque los que tienen un minijardín... no tienen dinero para ir a Mallorca.

  • Suicidio a la carta

    c7013f82cd7e1a5d506b09d24a7f1742.jpgUna de las características del mundo occidental, un mundo sobresaturado y cómodo, es que algunos optan por el suicidio o por la eutanasia con tal de no tener que morirse. La muerte o el proceso anterior a la muerte es algo sumamente personal, algo tan sacrosanto como la vida misma. No cabe duda que detrás de cada suicidio hay una profunda tragedia humana y las causas son siempre múltiples y hacen muy dificil emitir cualquier tipo de juicio. Lo calamitoso es que se trata de una tendencia que va en aumento, sobre todo en personas jóvenes y con falta de autoestima. Me espantan aquellos que intentan "vender" el suicidio o la eutanasia y aquellos que no entienden el significado profundo que tiene la muerte para el hombre y que, por lo tanto, no pueden entender el sentido del dolor.

    Alemania que, debido a los campos de exterminio, es muy sensible al tema, ha puesto a finales de junio, una vez más, un grito al cielo. El antiguo ministro de justicia de Hamburgo, Roger Kusch, comunicó en una rueda de prensa que habia "acompañado" el suicidio de una anciana de 79 años en Würzburg por petición suya. Esta señora tenía "simplemente" miedo a la residencia de ancianos y, para evitarlo, decidió suicidarse con la ayuda de dos medicamentos que ella misma mezcló. Kusch mostró en la rueda de prensa el video de la conversación que mantuvo con esta señora antes de tomar el veneno mortal. Para no ser encausado de ayuda al suicidio abandonó la habitación mientras el video se seguía grabando, pero se abstuvo de presentar la escena de la muerte. Este mismo ex-ministro ya fue "noticia" al presentar en marzo un aparato de asistencia al suicidio. No cabe duda que detrás de todo esto hay algo tan nefasto, que no se puede calificar de otro modo que de "negocio de la muerte". Nunca mejor dicho: ¡indignante!

    La justicia siguió el caso y, según la información del Berliner Zeitung, la conclusión del fiscal Clemens Lueckemann es que se trató de un "suicidio común sin acción externa de relevancia jurídica". ¡Sorprendente!. Las protestas llegaron desde el Presidente nacional del colegio de médicos, Profesor Dietrich Hoppe, que calificó de cínico el hecho de servirse de una anciana en esta situación para hacer apología del suicidio. En términos similares se manisfestó el vicepresidente de la fracción parlamentaria del CDU que comentó que "una anciana ha tenido que fallecer para satisfacer el orgullo y el autobombo del señor Kusch". Representantes eclesiásticos y de las federaciones de unidades paliativas también reaccionaron pidiendo la interrupción de cualquier actividad de Kusch y se han presentado de nuevo propuestas legislativas para prohibir cualquier tipo de suicidio asistido.

    El miedo a tener que sufir y a tener que morir, ya sea en casa, en un e o en una residencia de ancianos es una situación que me hace reflexionar sobre el valor de la familia. Probablemente no hay nada tan tremendo como tener que morir solo. El que tiene fe en Dios tiene, por lo menos, la ventaja de no saberse solo, aunque no tenga ningún familiar o ningún amigo cerca en el momento de la muerte. La soledad es un peligro para el hombre al que tiene que poner remedio.

  • La experiencia del triunfo

    aa397472709c36676d8db4274b85c8df.jpegYa es una gran casualidad poder experimentar el triunfo de la selección española en la Eurocopa precisamente en Alemania. Soy poco amante del fútbol, ni pasivo y menos activo. Pero ante tal evento uno no puede permanecer indiferente.

    Casi cada domingo hago un poco de jogging con un amigo, Nici, en el bosque de Colonia. Él me preguntó, a los pocos días de comenzar la Eurocopa, a favor de qué equipo estaba, de Alemania o de España. Yo busqué una respuesta salomónica. Le dije que existe una ley no escrita que indica que España se despide siempre en los cuartos de final de cualquier gran campeonato y que, por lo tanto, me parecería muy bien que Alemania ganase. El domingo siguiente Nici me contó que habían hecho una porra en su trabajo y que, por misericordia, había apostado por España.

    Mientras España iba avanzando en la gran final, mi asombro fue en aumento. Especial alegría me dieros los momentos en los que el jugador del Real Mallorca, Dani Güiza, salío al campo con su clara intención de marcar un gol, cosa que solía ocurrir a los pocos minutos de pisar el césped. También me gustó su actuación con los aficionados en el estadio, animándoles a estimular al equipo español. Me alegró también ver abrazarse a los Príncipes Felipe y Letizia en la semifinal en una erupción de alegría, que para mí simbolizó la alegría de España.

    Antes se señalaban los días por las fechas del santoral. Pues bien, la semifinal se jugó en la fiesta de San Josemaría Escrivá, que siendo él un ciudadano del mundo, estaba muy orgulloso de su patria pero también de todo lo bueno de otros países, por lo que no estaba yo seguro de cómo movería los hilos desde el cielo. La final fue en el día de San Pedro y San Pablo, dos santos muy queridos tanto en Alemania como en España, así que no era fácil interpretar la "señal del tiempo".

    Me decidí por ver la final con veinte estudiantes de San Sebastián que estaban unos días en Colonia en el local del equipo de fútbol de los emigrantes españoles de Colonia. Ahí estaba también la televisión local para captar el ambiente hispano en Colonia mientras se jugaba la final contra Alemania. Estabamos fuera con una pantalla gigante y un grupo menos nutrido de alemanes estaba dentro del local con otra televisión. Cuando unos gritaban, otros callaban. Los españoles gritamos más, sobre todo cuando llegó el gol definitivo. Mientras tanto me iban llegando mensajes cortos de Nici. Él me animaba y yo le animaba.

    Cuando el resultado fue ya irreversible me llegaron aún más mensajes de felicitación. Todos mis amigos alemanes me han dicho que España ganó merecidamente. ¡No faltaba más!. Alemania quedó tercera en el Mundial y segunda en la Eurocopa, así que pienso, y así se lo dije a mis amigos, que nos veremos dentro de dos años de nuevo en el Mundial.

    Me alegra que España haya podido tener la experiencia del triunfo más allá del credo político. Como bien ha comentado Paul Ingendaay, corresponsal del Frankfurter Allgemeine Zeitung en Madrid, "La España de las regiones autonómicas, un país heterogéneo con cuatro lenguas oficiales sigue reaccionando sensiblemente ante atisbos de poder centralistas y ante discursillos de la Gran España. En este país, lleno de ganas de enfrentamiento y de automutilación, el entusiasmo por el propio equipo ha creado un vínculo emocional, donde antes no existía". Pienso que este es el mejor triunfo.

  • ¿¿¿Air Goebbels???

    4bbc9e852086e0920ac10a015e5e5114.jpegHemos sido testigos en las últimas semanas de un interesante contencioso entre un magnate de la industria de la aviación alemana y un independentista catalán. Desde luego, el "diálogo" no ha pasado por alto y ha sido registrado en todos los medios periodísticos de Alemania y ha dejado un mal recuerdo –concretamente una profunda sensación de ridículo por ambas partes– que espero que pase pronto al olvido.

    Es una buena lección para reflexionar sobre la tolerancia y la diplomacia. El presidente de Air Berlin, Joachim Hunold, ha tenido poco tacto al escribir un editoral polémico en la revista de su empresa, ignorando la realidad lingüistica de Mallorca. Joan Puig se ha cubierto de gloria con su reacción al comparar a Air Berlin con "Air Goebbels". Una dictadura (la del imponer el español y eliminar el catalán, en la época de Franco) no se resuelve con otra dictadura (ni la de Hitler, ni la del catalanismo intolerante). Existe la "dictadura de la intoleracia" y el diálogo es lo único que nos permite avanzar.

    Ahora bien, visto desde la perspectiva de un mallorquín, de padre mallorquín y de madre madrileña, que lleva casi un cuarto de siglo fuera de Mallorca y, por tanto, de España, sí puedo afirmar que el discurso lingüistico se ha salido de quicio. Yo me siento muy mallorquín, muy español y ahora mismo también muy alemán. Y todo es compatible. No pocos mallorquines pensamos que el mallorquín es mallorquín y el catalán es catalán. Están relacionados, pero no son lo mismo. No pocos padres mallorquines tienen que preguntar a sus hijos a la hora de ayudarles a hacer los deberes del colegio por el significado de algunas palabras que sólo se utilizan en el catalán.

    Como descendiente del poeta Josep Lluís Pons i Gallarça, me parece muy bien que se conserve, defienda y promueva la cultura mallorquina. Otra cosa es que se imponga, sobre todo a personas que no son de la isla. Quizá hay que inaugurar el discurso sobre la apertura y la integración cultural y lingüistica con los visitantes que no son de la isla. Nací en el 66 y, por desgracia, no aprendí el mallorquín en la infancia. Lo entiendo, naturalmente, pero no lo hablo. Me encanta oirlo y, si algún día regreso permanentemente a la isla, lo primero que haré será aprenderlo para dominarlo oralmente y por escrito.

    Hace poco estuve en Barcelona y un taxista –suelen ser personas muy sabias– me contaba que piensa que tal y como existen colegios alemanes e ingleses en algunas cuidades de España, también habría que ir pensando en implantar el "colegio español" –como si de algo extraterritorial se tratase– en aquellas autonomías en las que el castellano sea o se convierta en una lengua de minorías. Esa opción, propia de un país libre, se podría conceder para aquellos padres que deseen que sus hijos dominen bien el castellano, ya que es, después del inglés, la lengua más importante del mundo. La propuesta del taxista no parece tan absurda, digo yo, ya que dispuestos a sacar las cosas de quicio, esta opción no suena tan mal. Sigamos pensando... y mientras tanto les digo: Aufwiedersehen!

  • Little Isanbul

    cfc28b14480c47c1056bb4890d368f34.jpegEn Alemania viven tres millones de turcos. Berlín y Colonia son las ciudades que tienen la mayor proporción de ciudadanos procedentes de un país que sigue luchando por lograr un sitio en la Unión Europea. La población turca impregna la imagen de la ciudad, especialmente en aquellos barrios en los que uno piensa estar en pleno Estambul. Una de esas calles, por ejemplo, es la Venloer Strasse de Colonia: pequeñas tiendas, artilugios y decoraciones poco comunes en Alemania, todo ello acompañado de un cierto desbarajuste.

    No cabe duda de que la población turca es un importante factor económico del que Alemania no puede prescindir. Se ocupan de un buen sector de la gastronomía y se encuentran muy bien representados entre los trabajadores industriales, junto a las cintas mecánicas de muchas fábricas.

    Al mismo tiempo, es patente la tensión entre los alemanes y los turcos, que se desenvuelve en un marco pacícfico, pero no deja de haber crispaciones. Al comenzar este año fallecieron en Ludwigshafen once turcos en un incendio. Algunos medios turcos reaccionaron inmediatamente, y sin conocimiento de causa, acusando al país de xenófobo. La investigación judicial, a la que se invitó a participar a la policía turca, concluyó que el incendio no fue provocado, sino consecuencia de un defecto técnico.

    En este clima de tensión aparecieron en Colonia anuncios en turco invitando a un discurso del presidente Erdogan. Acudieron 15.000 turcos y el discurso fue naturalmente en turco. Erdogan había invitado inicialmente a Merkel a hablar con él, que aunque en un principio mostró su disposición para acudir al evento, al final rechazó la idea.

    Alemania se niega rotundamente a que se den clases de Islam en los colegios públicos y mucho más si no son en alemán. Hace pocos años había muchas voces a favor de la entrada de Turquía en la Unión Europea, lo cual implica ventajas en el ámbito de la seguridad para Europa, como "válvula de control" entre el mundo occidental y el mundo islámico. Sin embargo, actualmente han desaparecido las prisas para acoger a Turquía. Mientras tanto Alemania reflexiona sobre su propia identidad, ante lo que le es desconocido.

    La tensión ha crecido especialmente en Colonia con el proyecto de construir una mezquita cuyos minaretes sean tan visibles como las torres de la catedral de Colonia. Muchos católicos dicen que no están en contra de la construcción de una mezquita en Colonia, bajo la condición de que deje de estar prohibida la construcción de templos cristianos en Turquía. El cardenal de Colonia, Joachim Meisner, ha pedido al presidente Erdogan, con motivo del año jubilar de San Pablo, que construya un iglesia en Tarso. Hay que tener en cuenta que una mezquita es mucho más que un lugar de culto: es un centro comercial, un centro escolar, un lugar de recreo.

    Una muestra de progreso en acercamiento de las culturas es la Universidad aleman-turca que abrirá sus aulas en Estambul en otoño de 2009. Nos encontramos ante el desafío del dialógo que requiere un intenso conocimiento mutuo que no sea ni intolerante ni ingenuo.

  • El debate ético

    a4c7ee64eba07b6f5a1076ad8be32d79.jpegEn los primeros meses de 2008 un mosaico de acontecimientos ocurridos en Alemania está involucrando al país en un interesante debate ético. El telón de fondo del debate es el concepto de Estado que Alemania tiene de si misma. Se puede observar un aumento cada vez mayor de la presencia y del control del Estado, en algunos casos desmesurado, que tiene como consecuencia que no pocos alemanes con talento estén abandonando el país: investigadores, médicos, empresarios, familias, etc. y, mientras tanto, va aumentando la polarización interior y el campo de crecimiento de los extremismos. Alemania se encuentra ante la encrucijada del respeto a la libertad personal sin que esto suponga renunciar a valores y a virtudes que han convertido a este país en uno de los más importantes de Europa y del mundo. Destacaré algunos:

    El debate sobre las prácticas de control fiscal: Klaus Zumwinckel, presidente del Postbank, fue detenido en su casa por los cochazos de la policía fiscal, con previo aviso a la prensa y a la televisión que pudo dar fe de la "ejecución pública". Se le acusaba de fuga de capitales en Liechtenstein. El Gobierno decidió optar por el escarmiento público para promover la auto acusación en aquellos casos similares a éste, una estrategia que ha dado buenos resultados. Lo llamativo de esta situación es que el Ministerio de Hacienda ha obtenido estos datos comprándolos a un antiguo empleado del banco de Liechtenstein, que los sacó ilegalmente y los vendió al servicio secreto alemán.

    El debate sobre los salarios de los altos directivos de empresa: Muchos políticos, especialmente del partido socialdemócrata, SPD, reclaman que se publiquen los salarios de los ejecutivos. En mi opinión es de justicia reclamar que un ejecutivo cobre en relación a su responsabilidad y, también es de justicia, que los empleados reciban un salario de acuerdo con las ganancias o las pérdidas de una empresa. Ahora bien, no me parece justo que un ejecutivo negocie su indemnización (golden handshake) y llege a cobrar grandes sumas de dinero en el caso de que no logre alcanzar los objetivos que le impone el consejo de administración. Tengo que reconocer que pedir que se publiquen los salarios me parece un poco calvinista. Me recuerda a lo que sucede en las viviendas de Holanda, que no tienen cortinas para que la sociedad pueda controlar lo que ocurre dentro de los hogares.

    Sea como fuere, en estos intensos debates se están marcando las pautas que decidirán el futuro de este país. La mejor opción es siempre la de la libertad responsable. Como decía el psiquiatra alemán que sobrevivió Ausschwitz, Viktor Fankl: "A la estatua de la Libertad le falta la estatua de la Responsabilidad".

  • Wolfgang Schäuble

    2f1cd74f0d2202102c65cde1fa435a6e.jpegCada vez que veo en la televisión a este ministro benemérito, en su silla de ruedas, me quedo de nuevo impactado. Recuerdo el día en el que se dió la noticia del intento de asesinato. Ocurrió el 12 de octubre de 1990. Un paranóico que sufría alucinaciones le disparó tres tiros por la espalda durante un acto en la campaña electoral. Un tiro le hirió en la mandíbula, otro en la columna vertebral y el tercero fue interceptado por su guardaespaldas, que consiguió sobrevivir. Desde entonces Wolfgang Schäuble necesita una silla de ruedas.

    Casado y con cuatro hijos, ha sido tres veces ministro y es, junto con Hans-Dietrich Genscher, uno de los ministros que más tiempo ha formado parte de diversos gobiernos. Actualmente es ministro del Interior, pero su actividad como miembro de un Gobierno comenzó bajo Helmut Kohl, como ministro de Asuntos Especiales y de la Cancillería en 1984. Le correspondió por lo tanto preparar la visita a Bonn de Erich Honecker en 1987, el presidente de la entonces República Democrática Alemana. Una visita que fue el presagio del fin de la división alemana.

    Después de la caída del muro, el 9 de noviembre de 1989, comenzaron las negociaciones sobre la unificación alemana, que a él le toco presidir como representante de la República Federal. En su libro "Der Vertrag. Wie ich die deutsche Einheit verhandelte" (El contrato. Como negocié la unificación) describe minuciosamente lo que supuso igualar y equiparar los aparatos legislativos de las dos Alemanias: homologación de salarios, de títulos académicos, de sindicatos, de redes de electricidad, de carretaras, de redes de tren, de legislación sobre la propiedad y un sinfin de detalles. Recuerdo de este libro, que leí hace años, que se llegaron incluso a homologar los horarios de los panaderos en las dos Alemanias.

    Schäuble fue un gran defensor del traslado de la capital alemana de Bonn a Berlín. En su discurso ante el Bundestag (el Parlamento alemán) del 20 de junio de 1991 dijo que la superación de la separación de Alemania era también la superación de la separación europea y que sólo era pensable en Berlín. Mucho ha cambiado Berlín desde entonces.

    Schäuble no está libre de opiniones conflictivas. Helmut Kohl le veía como su sucesor. No llegó a serlo pues su partido perdió las elecciones en 1998. Más adelante, en el año 2000 salió a la luz su implicación en la recepción de donativos sospechosos para su partido, que concluyeron con la crisis de Helmut Kohl con el CDU. Ahora mismo encabeza las negociaciones para investigar las posibilidades de conseguir un estado legal para las organizaciones islámicas en Alemania. Es una tarea nada fácil para un patriota como Wolfgang Schäuble, que se muestra partidario de medidas drásticas como la observación de datos informáticos de personas sospechosas, o del derecho del Estado para eliminar un avión civil del que se tenga una suspecha fundada de que está involucrado en un asalto terrorista. Sin duda es, sobre todo, un gran trabajador que no deja a nadie indiferente.

  • Faltan hombres

    5cfd58b39fbd1bdea36e1e66e7473ef6.jpgEs asombrosa la conclusión a la que llega el estudio "Not am Mann" (faltan hombres) del Instituto de Población de Berlín, recientemente publicado y recogido en las portadas de la prensa, sobre el éxodo de la mujer en la Alemania del Este a pocos años del vigésimo aniversario de la reunificación alemana.

    Desde 1989 un total de 1,5 millones de jóvenes se han trasladado a la Alemania occidental, especialmente mujeres cualificadas, buscando un mejor futuro profesional y familiar. Este déficit de mujeres no tiene parangón en Europa, ni siquiera en las regiones frías del norte de Suecia y de Finlandia.

    En muchas localidades deprimidas de la Alemania oriental este fenómeno migratorio se explica por el hecho de que las mujeres están mejor preparadas que los hombres. Sus expedientes académicos son mucho más brillantes que los de sus compañeros varones y, por este motivo, encuentran trabajo con más facilidad en otros lugares más desarrollados. Las consecuencias son, por un lado, un claro descenso de la natalidad y, por otro, la amenaza de una nueva capa social inferior que ha sido denominada "Prekariat" (precariado: véase su relación fonética con proletariado). Dicho segmento de la población lo forman varones que, por ser excluidos de los principales ámbitos de la sociedad (trabajo, formación, pareja...) pasan, a los ojos de la gente, a ser unos inútiles incapaces de mejorar de vida y que, además, se manifiestan más propensos a la violencia y a la participación en grupos radicales.

    El quinto capítulo de este estudio merece especial atención al analizar si los varones de la Alemania del Este se encuentran en una crisis de educación y de formación. En 1960 el 37% de los bachilleres con acceso a la universidad eran chicas. Hoy el 54 % de la chicas alcanzan el acceso a la selectividad. Estas cifras –dice el informe– no son sólo el resultado del sistema escolar (la gran mayoría de los colegios son mixtos), sino que también en el proceso de admisión escolar ya se perciben claras diferencias entre chicos y chicas. El 60% de los no aceptados son chicos y las chicas sobrepasan la cifra de los que son aceptados anticipadamente. Los chicos, con comportamientos llamativos más frecuentes, repiten curso con mayor frecuencia.

    Las diferencias entre chicos y chicas suponen distintas maneras de pensar, de aprender, de comunicar o de competir. Otros estudios atestiguan que los chicos tienen una mayor capacidad de abstracción y que las mujeres tienen una mejor capacidad de expresión y de comunicación. De este modo, las chicas parecen más adeptas al éxito en el colegio pues aquellas aptitudes que les son más necesarias, son precisamente las que tienen más desarrolladas.

    A casi un millón de chicos les falta el padre como ejemplo. Cuando llegan al Kindergarten y al colegio apenas encuentran personal masculino y, por eso, se habla de la "feminización del sistema educativo". Desconozco los datos correspondientes en España pero intuyo que nos acercamos bastante a esta situación.

  • Límite de velocidad

    58efc69cbfd11fe80853f3bfa06c4140.jpegRecuerdo el día que aprobé el exámen práctico de conducir en Colonia. Fue el 9 de enero de 1985. Amaneció el día nevando pero a la hora del exámen -apenas había salido el sol- el servicio de nieve ya había despejado las carreteras urbanas en su gran mayoría. El exámen teórico, recuerdo también, lo tuve que repetir una vez. Uno de mis fallos tontos, agravado por la dificultad de hacer el exámen en alemán, fue confundir la anchura máxima con la longitud máxima de un camión: no existen camiones con 20 metros de anchura.

    Una de las características de la conducción en Alemania es que en las autopistas, aunque con bastantes excepciones, no existe límite de velocidad sino una velocidad recomendada de 130 km/h. Hay que ir, por lo tanto, bien atentos a la hora de cambiar de carril en la autopista. De repente puede aparecer un Porsche, un Mercedes o un BMW de no se sabe dónde a 200 km/h, que seguramente te avisará con ráfagas de luz si cambias de carril mientras él está adelantando. Así que antes de adelantar es absolutamente necesario mirar los dos retrovisores y cercionarse, girando la cabeza, de que no está adelantando nadie.

    En las cuidades hay muchas zonas de velocidad restringida a 30 km/h, si son residenciales o cercanas a un colegio. Abundan rádares escondidos en un cajón gris que sacan fotos asombrosamente bien enfocadas, en las que se ve perfectamente la matrícula del coche y la cara del conductor si has incurrido en un exceso de velocidad. Ya me ha llegado alguna de estas fotos.

    Por lo general, la gente no conduce de una manera agresiva, sino de una manera respetuosa, cediendo el paso, sin acelerones, sin abusar de la bocina. Si has cedido el paso en una situación apretada, lo común es que lo agradezca el conductor levantando la mano derecha. La consecuencia de este comportamiento cívico es que la tasa de accidentes automovilísticos en Alemania es relativamente baja comparada con otros grandes países de nuestro entorno.

    El coche es uno de los hobbies de los varones. Por lo general nos gusta tener el coche limpio y en buenas condiciones. Para muchos el coche es un símbolo de la posición social o del rango en una empresa. Si asistes a una boda, lo habitual es poner un lacito blanco en la antena o en los retrovisores e ir en caravana tocando la bocina desde la iglesia hasta el lugar de la recepción.

    La empresa automovilística pertenece a los sectores industriales más fuertes del país y es fuente de un gran número de puestos de trabajo en el montaje de coches y en todas las empresas suministradoras de los componentes de un coche. El "Volkswagen" significa "el coche del pueblo" y es una de las marcas más comunes. La "BMW" es el acrónimo de "Bayerische Motorwerke", las "fábricas de motores de Baviera". Porsche y Mercedes son otras marcas alemanas bien conocidas en todo el mundo.

    Todavía tengo el antiguo carnet de conducir que me saqué a los 18 años, que es de validez permanente. No tiene el formato europeo de tamaño tarjeta de crédito, que se introdujo más tarde, sino es mas bien una especie de pergamino tamaño postal que se desbobla. Casi me entra nostalgia al verlo con la misma foto de hace ya 23 años. Como pasa el tiempo.