Ok

By continuing your visit to this site, you accept the use of cookies. These ensure the smooth running of our services. Learn more.

Divagaciones de un mallorquín - Page 9

  • Ser madre

    Muttersein.jpegPoco se imaginan los hombres en qué consiste ser madre. Recuerdo a un matrimonio amigo mío que me pedía que rezara para que tuvieran un hijo. Lo hice. Me dijeron que después de varios tratamientos habían optado por la fertilización in vitro. Yo les expuse, delicada y respetuosamente, mis dudas éticas en relación a este método. En la Clínica Universitaria de Aquisgrán generaron once embriones de los cuales implantaron tres. Un día me dijeron que los embriones restantes, que fueron descartados, "les perseguirían toda su vida". Más adelante y por la via natural han llegado a tener tres hijos preciosos.

    El pasado seis de julio el Tribunal Superior en Alemania decretó que el diagnóstico genético de preimplantación no atenta contra la Ley de Protección del Embrión de 1990 y que, por lo tanto, es posible descartar aquellos embriones de los se tenga certeza de que pueden desencadenar una malformación. El tribunal menciona explícitamente que la selección del sexo no entra dentro de estos criterios. De todos modos, se han dado muchas quejas por parte de los que, lógicamente, temen una ruptura de muros encaminada al bebé de diseño.

    Por el contrario, no faltan aquellos que tienen ingenio para aportar soluciones originales al problema número uno de Alemania y de Europa: el invierno demográfico. Tanja zu Waldek, que ostenta el título nobiliario de Princesa y que vive en Colonia, sacó adelante hace unos años un portal para madres (www.netmoms.de) que se ha convertido en una de las páginas más consultadas por padres en Alemania, con un total de 22 millones de vistas al año. Tiene también una versión en castellano (www.netmoms.es) y otra en polaco. Al nacer su primer hijo abandonó su trabajo en la consultora McKinsey y empezó a investigar qué portales norteamericanos ofrecían los mejores servicios para las madres. En su portal se encuentran todo tipo de temas que interesan a las madres: fertilidad, el sueño de los bebés, la lactancia, cómo preparar un bautizo y un largo etcétera.

    Aunque es conocido que, en general, las mujeres son menos afines a la red que los hombres, el portal está diseñado de un modo gráfico muy femenino, en el que la mujer navega muy a gusto. También cuenta con una tienda on-line, con todo tipo de ideas (por ejemplo, el diario y el álbum de fotos del bebé) y con servicios de todo tipo de asesoramiento, ya que sobre todo es una red de intercambio entre madres.

    Esta empresaria tan innovadora me contó hace poco que la pregunta más frecuente que hacen las madres es: "¿soy la única que tengo estos problemas con mi hijo?". Parace ser que (sometidas a la constante expectativa de la perfeción en la familia y en el mundo laboral) les consuela mucho poder compartir sus preocupaciones en un terreno neutro.

    Una vez que este tema marche solo a Tanja Waldek le interesa penetrar en el mundo de las mejoras en la escuela. Si los padres empezaran a debatir más sobre este tema, aunque sea tan sólo en la red, se daría un gran avance, pues es un asunto que les incumbe mucho a los padres, antes que al Estado.

  • La España de los goles

    del bosque.jpgPoca gente sabe en España que el himno holandés dice lo siguiente en la primera de sus quince estrofas: "Al Rey señor de España rendí siempre mi honor". Esto tiene connotaciones históricas muy particulares. No sé qué pensarían los jugadores holandeses al cantar la melodía de su himno en la final del Mundial. Al mismo tiempo, en Alemania se preguntaban por qué los españoles no cantan con su himno.

    En Holanda, donde trabajé y viví medio año, para meterle un poco de miedo a los niños se les sigue diciendo: "ten cuidado, que si sigues portándote así, llamo al Duque de Alba". Otra connotación española en la vida de los holandeses es que los regalos de Navidad se entregan el 6 de diciembre, día de San Nicolás, que llega a Holanda en un barco que lleva por nombre "Madrid". Ese día San Nicolás o Santa Klaus, o como se le quiera llamar, se dirige a la embajada de España en La Haya, donde le esperan las cámaras de televisión.

    Hay partidos de fútbol que los alemanes califican de clásicos como: Alemania-Holanda o Alemania-Inglaterra. De los holandeses hasta hace poco se contaba en Alemania un chiste que decía: "¿Por qué tienen los holandeses orejas tan grandes? Porque sus madres en la frontera levantan a los hijos por las orejas para decirles: ¡mira ahí vive el Campeón del Mundo!". Ahora, sin duda, el partido Alemania-España se ha convertido desde la Eurocopa y el Mundial en un nuevo "clásico" para los alemanes.

    El día anterior a la final me di un paseo por mi barrio. El florista es un holandés al que le deseé lo mejor para el partido. Y el peluquero es español. Los dos tenían su bandera nacional bien puesta en el escaparate. Días antes leímos en la prensa las amenazas de muerte al pulpo Paul y, de hecho, se habla de un boicot al consumo de mariscos en Alemania…

    No cabe duda de que el fútbol tiene una relevancia social que no tiene ningún deporte. Basta ver como los jefes de Estado de desplazan a los partidos para ver y para ser vistos. Sólo con el fútbol tiene lugar este fantástico despliegue de banderas en la población. Algunos dicen que en realidad es un torneo, como en la Edad Media, pero en lugar de llevar a cabo un batalla campal, basta con que dos contrincantes entablen una lucha. De hecho, a un miembro del Ejército del Aire con el que vi el partido contra Alemania, en la emoción, se le escapó el comentario: "¡esto es la guerra!". No cabe duda de que un partido de fútbol del Mundial pone en marcha, de algún modo, aunque sea inconscientemente, la memoria histórica de un país. Bendita guerra, digo yo, si el fútbol contribuye a disminuir las distancias y los rencores entre países. El juego limpio y el espíritu deportivo de los jugadores es, en realidad, una magnífica muestra de espíritu cívico.

    Y ahora, cambiando de tercio sólo en parte, diré que es curiosa la coincidencia (que me recuerda al "pan y circo" de los romanos) de que seis días antes de la final del Mundial entrara en vigor en España una ley que es quizá el mayor gol que nos han metido y la mayor derrota humana del país desde hace mucho tiempo. Me estoy refiriendo a la nueva ley del aborto. España es, en este punto, el hazmereír de Europa. Esta calificación no tiene atenuante posible.

  • Campeón del Mundo

    campeon.jpegEsta mañana me han llegado varios SMS de amigos alemanes para felicitarme por el mundial. Todos coinciden en que España ha jugado de miedo. Tengo constancia de que la mayoría de los alemanes estaban ayer a favor de España, con tal de que Holanda no ganara el mundial.

    Los alemanes tienen amarga experiencia de la agresividad holandesa que tuvo su culmen - perdonen los lectores - en el ecupitajo que soltó Frank Rijkaard a Rudi Völler en el mundial de 1990, a parte de otras connotaciones históricas. En ese partido el árbitro argentino les sacó a los dos tarjeta roja y Rijkaard repitió su osadía al salir del campo. Rijkaard se excusó en 1996 con una carta abierta a Rudi Völler.
    Personalmente me tuve que coformar con oir el partido en la radio a 150 km/h pues a un buen amigo se le ocurrió la genial idea de celebar su preciosa boda el día de la final. Llegé a casa para ver la entrega del premio. Que pena que las cámaras no enfocaran más a la Reina.
    Mis amigos me preguntaban que si estaba a favor de España o de Alemania. Yo les decía, que en cualquier caso, yo salía ganando. Una respuesta muy Pons, muy diplomática...
    Los alemanes calificaron de "decepcionante" la derrota contra España. Yo vi ese partido en casa de unos amigos murcianos. Cuando llegó el gol de España salí a fuerta para tocar a bocina, para que todo el vecindario se enterase. Al terminar el partido los vecinos se acercaron a dar la enhorabuena. De camino a casa seguí tocando la bocina en una de las avenidas principales: todita entara para mi. El día del partido la oficina de enfrente estaba llena de banderas alemanas. Al día siguiente yo colgé la bufanda con la bandera española que me regalaron mis amigos murcianos y ahí sigue...
  • Un paseo por el Reichstag

    Reichstag.jpegCuando asisto a alguna recepción o conferencia me suelo proponer conocer a una persona o como máximo a dos, pues uno no logra mantener más de una o dos conversaciones sensatas. Esto es lo que me ocurrió recientemente en Colonia en una conferencia a la que me invitó el club de prensa de Colonia sobre la política exterior alemana que impartía el ministro Werner Hoyer.

    Al terminar la magnífica conferencia nos invitaron a tomar algo y me vi rodeado de mucha gente elegante que no conocía. Una buena manera de salir del apuro es decir a alguien que quieres conocer: "Yo no conozco aquí a nadie, ¿y usted?". Suele ocurrir que el interlocutor se solidariza y responde: "Yo tampoco". Así fue el caso. Resultó que hice mi pregunta mágica ni más ni menos que al secretario personal del ministro, que me puso al día de la vida cotidiana en el ministerio. Parte de la ceremonia consiste lógicamente en intercambiar las tarjetas de visita. Para ello, una de las premisas es no olvidarlas.

    Como se trata de una persona bastante simpática, como lo son muchos alemanes (y lo digo para romper la falsa imagen que de ellos uno pueda tener), me dijo que la próxima vez que viaje a Berlín, me enseñaría personalmente con mucho gusto el Reichstag, el edificio del Parlamento alemán, el actual Bundestag (www.bundestag.de). Dicho y hecho. A las pocas semanas tuve que realizar un viaje a Berlín y una cita que tenía para el lunes por la tarde se tuvo que cancelar repentinamente. Entonces me acordé de mi simpático interlocutor y le llamé por teléfono el viernes y le dije que tenía un espacio libre el lunes y que, si le venía bien, con mucho gusto me gustaría visitar el Reichstag. Él me dijo que le venía bien y quedamos el lunes a las 14.30 en la entrada norte del Reichstag, al lado del río.

    No tuve que hacer cola. A las 14.30 me dirigí a la recepción de la entrada y dije que tenía una cita con el que ahora es mi amigo. Me pidieron el pasaporte, se lo quedaron, y mientras tanto me dieron una tarjeta de color dorado para que me la colgara en un sitio visible. Llamaron a mi amigo, que llegó a los pocos minutos. Me dijo que teníamos suerte de que su jefe, el ministro, estuviera volando a Lisboa, así que seguramente nadie nos interrumpiría.

    Fuimos pasando por las zonas por las que la mayoría de la gente no pasa. Vimos las paredes con frases en ruso escritas por los soldados que tomaron el Reichstag en 1945. Algunos conocerán la imagen de la bandera comunista soviética ondeando sobre el Reichstag.

    Desde fuera veíamos el hemiciclo, que actualmente se está adaptando para que pueda tener lugar la elección del nuevo Presidente de la República. Son alrededor de mil personas las que eligen al Presidente y para esto es preciso desmontar las mesas de los bancos de los diputados.

    Subimos al tejado, desde el que hay una gran vista de Berlín. Especialmente emblemática es la vista de la Puerta de Brandenburgo. Le pregunté si recordaba el famoso discurso de Juan Pablo II en 1996 en este lugar y me contestó que era demasiado joven en esa época. Se lo facilité por email más tarde y le dije que sueño con el día en el que el Papa Benedicto XVI pueda dar un discurso en el Bundestag. Mi amigo se quedó muy pensativo.

  • Víctima de lo políticamente correcto

    Eva_Herman_Buch3a_D_376445g.jpegLa presentadora de televisión Eva Herman y autora de libros sobre el feminismo y la familia ha publicado recientemente el libro "La verdad y su precio -la opinión, el poder y los medios-". No deja de ser interesante lo que escribe una persona que ha sido durante más de 20 años "la cara" de las noticias en la emisión del telediario más visto en Alemania.

    Alemania está crispada ante la crisis demográfica. En sus libros Eva Herman habla de la importancia de la madre para un hijo en sus primeros tres años. Algunos no soportan oir esto. Eva Herman no está en contra de que una madre tenga que confiar a su hijo durante esta época a un jardin de infancia. Lo único que Eva Herman afirma es que es un riesgo para el hijo no estar más cerca de su madre, sobre todo si no se encuentra en buenas manos. A algunas feministas como Alice Schwarzer no les cae muy bien Eva Herman. Desde su revista "Emma" lanzaron una campaña para hacer ver a la emisora de una televisón que un mujer que defiende estas posturas no es neutral y, por lo tanto, no puede ser presentadora de una televisón estatal. Es curioso observar cómo la maternidad provoca debates tan oscilantes en la opinión pública alemana.

    El modo más eficaz para descualificar a una persona en Alemania en la opinión pública es posicionar su modo de pensar cerca de la ideología nazi. Es la sentencia de muerte en la opinión pública. El que es tachado de nazi - con motivo o sin el - es lógicamente una persona non grata. Con motivo de algunas afirmaciones sacadas de contexto, fueron muchos los medios que pusieron a Eva Herman en este trance, sin darle oportunidad de aclarar el malentendido. Es especialmente interesante observar como una profesional de la comunicación se convierte en víctima de lo políticamente correcto. Lo único que pide Eva Herman es que se investigen sus afirmaciones del mismo modo que los medios, quizá hipócritamente, piden que se investige en Rusia o en China.

    Especialmente cómico fue el tribunal televisivo organizado por el famoso moderador Johannes B. Kerner. Éste quiso, en un afán de gallardía y caballerosidad, dar una oportunidad a Eva Herman para defender su posición. En el transcurso de la grabación se vio que realmente se trataba de organizar un escándalo mediático sin precedentes en la historia de la televisón alemana, digno de ser tratado en todas las escuelas de periodismo. En vez de darle oportunidad de explicarse, intentaron "pillarle" de nuevo en un aprieto y, como no lo consiguieron, no se le ocurrió a Kerner idea más feliz que decir: "Yo despido a Eva Herman", con lo cual ella se levantó y abandonó el escenario.

    Con fecha de 27 de julio de 2009, el Juzgado Superior en Colonia imputó una indemnización de 25.000 euros a la editorial Springer, dueña del periódico "Hamburger Abendblatt", por haber citado de una manera deliberadamente errónea a Eva Herman, poniéndola en la cercanía de la ideología nazionalsocialista, contibuyendo de esto modo a arruinar su buena fama y dañando gravemente los derechos de su persona.

  • Vivir sobre un polvorín

    sei_Bombe_BM_Berlin_615823b.jpgLunes, 8 de marzo. Examen escrito de química en la Universidad de Colonia. A las 10 de la mañana entra el responsable académico del examen e informa a los estudiantes que deben interrumpir la prueba porque se ha descubierto un artefacto que hay que desactivar. Además, deben desalojar la zona por completo. Más adelante se enteran de que se trata de una bomba inglesa de la II Guerra Mundial descubierta en una obra en las cercanías del edificio. Más de un estudiante se lleva una gran desilusión pues tendrán que repetir el examen con nuevas preguntas. Alguno ya tenía canapés y champán en el frigorífico para celebrar el final de los exámenes.

    Quinientas personas son desalojadas de los edificios centrales de la universidad de Colonia. En una semana fueron descubiertas y desactivadas 4 bombas en diversas zonas de la cuidad. El barrio de Rodenkirchen también tuvo que ser evacuado para hacer estallar otra bomba. El año 2009 fueron descubiertas 13 bombas. Cada año se desactivan mil bombas y 15.000 granadas sólo en el Land de Renania-Westfalia.

    Alemania, 65 años después de la II Guerra Mundial, sigue notando las secuelas de los bombardeos. Muchas cuidades sufrieron las secuelas de los bombardeos masivos de los Aliados que tenían por misión desmoralizar a toda la población alemana para conseguir la capitulación. Es conocido que cuidades como Dresden, Jülich o Colonia sufrieron muchas series de bombardeos y que, por ello, fueron reducidas en la mayoría de su superficie a ras de suelo.

    Desde entonces cada año siguen apareciendo bombas con motivo de perforaciones por motivos de obras. Por lo general suele ocurrir entre la primavera y el otoño, que es cuando las excavadoras trabajan a pleno rendimiento. Para localizar las bombas los expertos también se sirven de imágenes desde el aire que puedan hacer sospechar de la existencia de trincheras en el pasado. Tan solo en la zona de Colonia trabajan diez expertos que se dedican a desactivar bombas o granadas. Unas 400 granadas aparecen cada año en la zona de Colonia. No deja de haber locos que intentan desarmar la granada en casa. Los expertos no consigen siempre desactivar el detonador y tienen que llevar a cabo la explosión de la bomba a distancia. Las bombas que siguen enterradas y, por lo tanto, inmovilizadas no son peligrosas. Muchas casas fueron construídas sobre ruinas y por lo tanto puede ocurrir que más de una esté construída sobre una bomba.

    Estas historias, que ocurren cada año, nos hacen sólo intuir lo que supusieron los bombardeos sobre Alemania. Todavía siguen vivos aquellos que en su infancia tuvieron que esconderse varias veces en el sótano de su casa para protegerse de los bombardeos. Se solían llevar a cabo por la noche, de modo que los aviones pudieran identificar las cuidades por la luz que emitían. En los sótanos de muchas casas alemanas todavía se ven los refuerzos para mejorar la estabilidad del lugar en caso de que cayera una bomba sobre esa casa. Estos recuerdos nos hacen reflexionar sobre la atrocidad de cualquier guerra y aumentar en nosotros los deseos de paz para todo el mundo.

  • Tierra Trágame

    Archiv.jpegÉrase una vez el archivo histórico de la ciudad de Colonia. Era un lugar que estaba en mi camino habitual al dentista. Por esa calle, abarrotada de espectadores, transcurrió también el desfile del carnaval de Colonia. Pocos días después, el 3 de marzo de 2009, a las dos de la tarde, entró un obrero en el archivo y alertó a todo el mundo para que saliera zumbando. Había oído ruidos muy sospechosos. En cuestión de minutos se derumbó el archivo y la tierra "se lo tragó", así, tal cual. ¡Desapareció!. El muro de contención del metro que se estaba construyendo en la cercanía cedió. Milagrosamente no falleció nadie en aquel lugar, pero sí en un edificio contiguo que fue arrastrado por el derrumbe. El suelo de la vivienda de un aprendiz de panadero que acabada de regresar del trabajo se desintegró y con el, el aprendiz.

    Empezaron a llegar cientos de hormigoneras para que no cedieran más edificios contiguos. Mi dentista tuvo que cerrar la consulta durante tres semanas. Se instaló un techo sobre la ruina para que no se mojaran los papeles, de modo que se pudiera salvar el mayor número posible de documentos. Ahí está el archivo del escritor Heinrich Böll y muchos archivos privados cedidos a la cuidad. Muchos documentos históricos se perdieron para siempre. Una pérdida material de 700 millones de euros. La pérdida intelectual, incalculable.

    Con aquel episodio Colonia se asoció con una chapuza de magnitud nacional y acaparó la atención de los medios de comunicación de todo el país. A las pocas semanas el alcade afirmó que no se volvería a presentar a las elecciones. No rodaron más cabezas.

    A punto de cumplirse un año de la catástrofe, ha salido a la luz una de las mayores desgracias de la historia de la construcción en Alemania: no se cumplieron las normas de seguridad. Con el conocimiento del capataz, desaparecía el hierro destinado a armar el cemento. El fenómeno del robo en las construcciones por parte de los obreros es un algo lamentablemente conocido y común. La construcción seguía su ritmo sin la supervisión de los organismos pertinentes de la cuidad de Colonia. Ya existían avisos de que el terreno podía ceder. En la cercanía cedió la torre de una iglesia que más tarde llamaron la "torre inclinada de Colonia". A todo esto se añaden los informes falsificados sobre el progreso de la obra. La constructora, Bilfinger Berger AG, una de las más potentes del país, está ahora a punto de la quiebra, y el fiscal investiga otros proyectos de la misma empresa, como por ejemplo, la traza del tramo del tren de alta velocidad en Baviera.

    En las próximas semanas, con motivo del deshielo, subirá el nivel del agua del Rhin y también el nivel de las aguas subterráneas de Colonia. Se está investigando si habrá más paredes que podrían ceder a la presión. Todo se ha convertido en una gigante pesadilla.

    No salgo de mi asombro de cómo es posible tanta chapuza, tanta ingenuidad y tanta energía criminal. Todavía no me lo explico. Será parte de la conditio humana.

  • El carnaval de Colonia

    FK-Karneval_Koeln_008.jpegLas malas lenguas dicen que la mejor fecha para un asalto militar a Alemania sería el fin de semana de carnaval, especialmente en la zona del Rhin, que es el territorio de mayor tradición católica y dónde más se celebra esta fiesta.

    Aunque el carnaval más bien consiste en el buen humor y en un sano sarcasmo sobre la vida misma, también se dice que no hay nada más serio que el carnaval, pues las distintas asociaciones le dedican mucho tiempo a prepararlo. Es más, cuando se hacen estos chistes, la música los acompaña casi indicando cuál es el momento para reirse. El domingo y el lunes de carnaval se ven a muchos desfilando cómicamente con uniformes de soldados franceses. Lo hacen en recuerdo burlesco de la ocupación napoleónica de la zona del Rhin.

    Al carnaval le llaman la quinta estación del año. Comienza cada año el 11 de noviembre (11.11) a las 11.11 de la mañana. En este momento las mujeres de Colonia proceden a la toma del ayuntamiento y sacan a todo el mundo del edificio empezando por el alcalde, que por si acaso, ya está disfrazado para saludar a todos los cuidadanos. Empiezan los discursos y los bailes y a partir de ahí todos se desplazan a las cervecerías de la cuidad para seguir cantando alegremente. El punto álgido comienza el jueves anterior al domingo de carnaval. Ese día las mujeres tienen el privelegio de cortar corbatas. El varón que sale a la calle o al tranvía con una corbata, aunque sea una Hermes, se expone a quedarse sin ella y también a quedarse con la marca en la mejilla del maquillaje rojo de los labios de alguna loca.

    El domingo y el lunes de carnaval tienen lugar los grandes desfiles. Los más conocidos son los de Colonia, Düsseldorf, Aachen y Mainz. En las comparsas, de modo similar como se hace en las fallas de Valencia, se aprovecha para hacer alguna que otra burla de la vida política y social. Los políticos nacionales e internacionales salen mejor o peor parados según el sentir popular. Durante el desfile, al que asisten las diversas asociaciones de carnaval o clases de los colegios, se reparten caramelos que se tiran a los espectadores desde las comparsas. Éstas siguen circulando el martes, cada una en su barrio. Al carnaval se asiste disfrazado y, de este modo, aumenta la absoluta sensación de desbarajuste. Si un extranjero aterriza ese día en una de estas cuidades sin saber de qué fecha se trata, la sorpresa puede ser descomunal.

    Todo termina el miércoles de ceniza en la que la que la participación en las misas (y supongo que también en las confesiones) se nota mucho.

    También hay que mencionar que el carnaval es un gran factor social y económico y motivo de la creación de muchos negocios. Doy las cifras de un informe del Boston Consulting Group, publicado en la página web del carnaval de Colonia (www.koelnerkarneval.de): Volumen ecónomico 460 millones de euros, garantía de 5.000 puestos de trabajo, impuestos recuadados: entre 4 y 5 millones de euros, 540.000 viajes en taxi, 50.000 pasajeros de avión, 957.000 visitantes a cervecerías, 263.000 noches de hotel, 60.000 fiestas privadas, 204.000 visitas al peluquero, considerable aumento de actividades de beneficencia conectadas al carnaval, importante factor de integración social, agilización de contactos sociales y profesionales, etc. Vale la pena pasar por Colonia esos días.

  • Alemania ¿en guerra?

    zu gutenberg.jpegFue durante el Gobierno del canciller Gerhard Schröder, precisamente con la coalición de los socialistas y los verdes, cuando Alemania se vio involucrada, con el consentimiento del Bundestag (el Parlamento alemán), en la guerra de Afganistán. Después de la II Guerra Mundial Alemania sólo venía participando en misiones militares para garantizar y para establecer la paz, aunque este término pueda parecer contradictorio.

     

    De hecho, en estas zonas tan conflictivas, las acciones militares sólo se pueden considerar como un método para ganar tiempo y como apoyo para resolver los verdaderos problemas de fondo: la reconstrucción de las infrastructuras destrozadas por la guerra, el reestablecimiento de las actividades educativas, del comercio y de la seguridad controlada por la policía local.

     

    El nuevo ministro de Defensa, Karl-Theodor zu Guttenberg, ha viajado recientemente a Afganistán y ha declarado que comprende que los soldados alemanes estacionados allí hablen de "guerra": "independientemente de si soy atacado, herido o asesinado por un terrorista talibán o por las fuerzas militares extranjeras".

     

    Guido Westerwelle, el nuevo Vicecanciller y ministro de Asuntos Exteriores alemán – con el que por cierto me he topado esta mañana en el bosque de Colonia mientras hacía jogging en compañía de un amigo y de su guardaespaldas –, declaró hace pocos días a propósito del comentario de su colega zu Guttenberg que "tenemos que mirar a los ojos de los cuidadanos y decirles honestamente cuál es la situación. Conjuntamente con nuestros aliados queremos ponernos objetivos realistas y describir el camino de cómo podemos conseguir la seguridad autónoma en Afganistán".

     

    El pasado 4 de noviembre tuve la oportunidad de conocer a la joven periodista pakistaní Meera Jamal en el Club de Prensa de Colonia. Se ha fugado de Pakistán después de escribir un artículo sobre los derechos de la mujer, de los niños y de las minorías en su país. Recibió muchas amenazas anónimas tras publicar su artículo sobre las escuelas del Corán que ella define como "sitios en los que te dan de comer bien y te comen el coco".

     

    Con la ayuda de Reporteros Sin Fronteras ha conseguido trasladar su residencia a Alemania. Jamal comentó que un 60% de la población en Pakistán está ocupada con la supervivencia y que, por lo tanto, poco se ocupa de la política. Es cierto, afirmó, que detrás de algunas bombas suicidas está la motivación desesperada de la promesa de un desembolso económico para la familia del suicida. El ejército controla el país. Concretamente, con cada ascenso, se asigna una parcela de terreno a los militares. El talibán persigue a los periodistas intelectuales que investigan bien. Jamal manifestó su admiración por los abogados de su país que hicieron una manisfestación por la libertad de derechos recorriendo 400 kilómetros.

     

    En la clasificación de libertad de prensa de Reporteros Sin Fronteras, Pakistán se encuentra en el lugar 152 de 173 países. Ya son tres los periodistas asesinados este año y siete fueron asesinados el año anterior. Jamal comentó, por ejemplo, que los mensajes cortos de los móviles están vigilados y que las bromas sobre el Gobierno pueden acabar en cinco años de prisión.

     

    Los blogueros y los usuarios de Twitter, sobre todo con la ayuda del acceso al móvil, están contribuyendo a diseminar informaciones más difíciles de censurar por el Gobierno. Es de esperar que esto contribuya a un cambio, que desgraciadamente será lento. Según el pronóstico de Jamal, ganará la guerra el que reciba más dinero.

  • 20 años después: el muro cayó y el comunismo resurge

    mauer.jpg¿Cómo es posible que después de las elecciones del pasado 27 de septiembre resurja el comunismo en Alemania 20 años tras la caída del muro?. Joachim Gauck intentó dar respuesta a esta pregunta en el club de prensa de Colonia el pasado 5 de octubre.

    Hay pocas personas que estén tan autorizadas como él para hacer un análisis del pasado y del futuro. Joachim Gauck fue ministro protestante y miembro fundador del Neues Forum, una de la entidades que contribuyó a la revolución del 89. Más tarde, durante 10 años, fue el "Encargado Especial del Gobierno Federal Alemán de los documentos relacionados con personas pertenecientes a la Seguridad del Estado de la antigua República Democrática Alemana (RDA)" (www.bstu.bund.de). Y como este título es tan impronunciable, simplemente se la denominó "Oficina Gauck". Esta oficina permite ver las actas del servicio secreto de la RDA. Muchos recordarán aquí la película "La vida de los otros".

    Gauck recordó que la revolución del 89 se llevó por delante 57 años de dictadura: 12 de dictadura nazi y 45 de dictadura comunista y que, por lo tanto, estamos ante lo que él llama "un proceso de mentalidades". Si hoy un procentaje considerable en el Este y otro porcentaje, más bajo pero aún más sorprendente, en el Oeste de Alemania, votan al partido comunista "Die Linke" se debe a que muchos en la República Federal unida se sienten "sin hogar". La crisis económica acentúa este efecto. Gauck lamenta que muchos parecen haber olvidado que son estos mismos comunistas, los que negaron los derechos fundamentales y los derechos de los cuidadanos, por ejemplo, al abolir los sindicatos. También parecen haber olvidado de qué modo se trataba a las personas minusválidas. Los bachilleres, hoy por hoy, en el Este de Alemania tienen una visión demasiado romántica de su historia. Sigue existiendo la nostalgia de tiempos pasados en el Este y en el Oeste, por esto Gauck afirma que tardaremos 40 años más en conseguir la unidad alemana. El éxito de los comunistas en Alemania se debe, según Gauck, a que están en vigencia las leyes del entretenimiento y en una época de crisis es fácil actuar con esloganes que polarizen.

    Las dictaduras contribuyeron a minar el espíritu emprendedor y destruyeron la cultura económica. Una medida que no se tomó fue crear estímulos fiscales para promover empresas en la Alemania del Este. Gauck opina que el mayor enemigo del alemán del Este (llamado "Ossi"), es el alemán del Este que pertenecía al sistema comunista y que sigue existiendo. También precisó que peor es el alemán del Oeste ("Wessi") que tiene compasión del "Ossi", que aquel "Wessi" que lo sabe todo mejor que el "Ossi".

    Así como los autores de la revolución cultural del 68 se encararon con su padres por haberse involucrado con el nazismo, todavía no emerge la revolución cultural de aquellos cuyos padres se involucraron con el comunismo.

    Gauck hizo una gran defensa de la libertad con responsabilidad. Recordó de un modo muy personal el momento en el que pudo votar con 50 años por primera vez. Lamentó nuestra tendencia actual a evadirse de la existencia siendo nada más que un consumidor: "Hoy tenemos muchos consumidores y pocos cuidadanos". Los peligrosos son los miedosos – dijo –  que son libres para comprar lo que sea en el supermercado, pero que a la hora de ejercer un deber fundamental, prefieren no votar. Gauck concentra hoy sus esfuerzos en evitar el éxodo de la Alemania del Este.

    No ha llegado el "punto final" del análisis de la histora contemporánea alemana. De hecho su oficina basa su trabajo en recordadar que los oprimidos son más importantes que los opresores. Gauck es un personaje que vale la pena no olvidar.