Cada vez que veo en la televisión a este ministro benemérito, en su silla de ruedas, me quedo de nuevo impactado. Recuerdo el día en el que se dió la noticia del intento de asesinato. Ocurrió el 12 de octubre de 1990. Un paranóico que sufría alucinaciones le disparó tres tiros por la espalda durante un acto en la campaña electoral. Un tiro le hirió en la mandíbula, otro en la columna vertebral y el tercero fue interceptado por su guardaespaldas, que consiguió sobrevivir. Desde entonces Wolfgang Schäuble necesita una silla de ruedas.
Casado y con cuatro hijos, ha sido tres veces ministro y es, junto con Hans-Dietrich Genscher, uno de los ministros que más tiempo ha formado parte de diversos gobiernos. Actualmente es ministro del Interior, pero su actividad como miembro de un Gobierno comenzó bajo Helmut Kohl, como ministro de Asuntos Especiales y de la Cancillería en 1984. Le correspondió por lo tanto preparar la visita a Bonn de Erich Honecker en 1987, el presidente de la entonces República Democrática Alemana. Una visita que fue el presagio del fin de la división alemana.
Después de la caída del muro, el 9 de noviembre de 1989, comenzaron las negociaciones sobre la unificación alemana, que a él le toco presidir como representante de la República Federal. En su libro "Der Vertrag. Wie ich die deutsche Einheit verhandelte" (El contrato. Como negocié la unificación) describe minuciosamente lo que supuso igualar y equiparar los aparatos legislativos de las dos Alemanias: homologación de salarios, de títulos académicos, de sindicatos, de redes de electricidad, de carretaras, de redes de tren, de legislación sobre la propiedad y un sinfin de detalles. Recuerdo de este libro, que leí hace años, que se llegaron incluso a homologar los horarios de los panaderos en las dos Alemanias.
Schäuble fue un gran defensor del traslado de la capital alemana de Bonn a Berlín. En su discurso ante el Bundestag (el Parlamento alemán) del 20 de junio de 1991 dijo que la superación de la separación de Alemania era también la superación de la separación europea y que sólo era pensable en Berlín. Mucho ha cambiado Berlín desde entonces.
Schäuble no está libre de opiniones conflictivas. Helmut Kohl le veía como su sucesor. No llegó a serlo pues su partido perdió las elecciones en 1998. Más adelante, en el año 2000 salió a la luz su implicación en la recepción de donativos sospechosos para su partido, que concluyeron con la crisis de Helmut Kohl con el CDU. Ahora mismo encabeza las negociaciones para investigar las posibilidades de conseguir un estado legal para las organizaciones islámicas en Alemania. Es una tarea nada fácil para un patriota como Wolfgang Schäuble, que se muestra partidario de medidas drásticas como la observación de datos informáticos de personas sospechosas, o del derecho del Estado para eliminar un avión civil del que se tenga una suspecha fundada de que está involucrado en un asalto terrorista. Sin duda es, sobre todo, un gran trabajador que no deja a nadie indiferente.
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El debate ético alemán y el riesgo de la libertad
En los primeros meses de 2008 un mosaico de acontecimientos ocurridos en Alemania está involucrando al país en un interesante debate ético. El telón de fondo del debate es el concepto de Estado que Alemania tiene de si misma. Se puede observar un aumento cada vez mayor de la presencia y del control del Estado, en algunos casos desmesurado, que tiene como consecuencia que no pocos alemanes con talento estén abandonando el país: investigadores, médicos, empresarios, familias, etc. y, mientras tanto, va aumentando la polarización interior y el campo de crecimiento de los extremismos. Alemania se encuentra ante la encrucijada del respeto a la libertad personal sin que esto suponga renunciar a valores y a virtudes que han convertido a este país en uno de los más importantes de Europa y del mundo. Destacaré algunos de los más significativos:
El debate sobre las prácticas de control fiscal: Klaus Zumwinckel, presidente del Postbank, fue detenido en su casa por los cochazos de la policía fiscal, con previo aviso a la prensa y a la televisión que pudo dar fe de la "ejecución pública". Se le acusaba de fuga de capitales en Liechtenstein. El Gobierno decidió optar por el escarmiento público para promover la auto acusación en aquellos casos similares a éste, una estrategia que ha dado buenos resultados. Lo llamativo de esta situación es que el Ministerio de Hacienda ha obtenido estos datos comprándolos a un antiguo empleado del banco de Liechtenstein, que los sacó ilegalmente y los vendió al servicio secreto alemán.
El debate sobre los salarios de los altos directivos de empresa: Muchos políticos, especialmente del partido socialdemócrata, SPD, reclaman que se publiquen los salarios de los ejecutivos. En mi opinión es de justicia reclamar que un ejecutivo cobre en relación a su responsabilidad y, también es de justicia, que los empleados reciban un salario de acuerdo con las ganancias o las pérdidas de una empresa. Ahora bien, no me parece justo que un ejecutivo negocie su indemnización (golden handshake) y llege a cobrar grandes sumas de dinero en el caso de que no logre alcanzar los objetivos que le impone el consejo de administración. Tengo que reconocer que pedir que se publiquen los salarios me parece un poco calvinista. Me recuerda a lo que sucede en las viviendas de Holanda, que no tienen cortinas para que la sociedad pueda controlar lo que ocurre dentro de los hogares.
Otro debate. El aumento del extremismo político es ahora de izquierdas: Alemania no tiene sólo extremismo político en los parlamentos de la Alemania oriental con un partido de talante neo-Nazi, sino que también el antiguo partido comunista oriental, ahora "Die Linke" (que todo lo espera del Estado), está consiguiendo entrar en los parlamentos de los Land de la Alemania occidental y está dividiendo a la SPD. Mientras unos optan por la colaboración o, por lo menos, por la "tolerancia" con "Die Linke", otros optan por seguir la pauta del programa de Godesberg de 1959, más abierta a la economía de mercado.
El debate sobre la integración turca: En Ludwigshafen fallecen once turcos en un incendio. Algunos medios turcos reaccionan inmediatamente, y sin conocimiento de causa, acusando al país de xenófobo. La investigación judicial, a la que se invita a participar a la policía turca, concluye que el incendio no fue provocado sino consecuencia de un defecto técnico. En este clima de tensión en Colonia aparecen anuncios en turco invitando a un discurso del presidente Erdogan. Acuden 15.000 turcos y el discurso es naturalmente en turco. Erdogan había invitado inicialmente a Merkel a hablar con él, que aunque en principio mostró su disposición para acudiar al evento al final rechazó la idea. Alemania se niega rotundamente a que se den clases de Islam en los colegios públicos y mucho más si no son en alemán. En Alemania viven tres millones de turcos. El cardenal de Colonia, con motivo del año jubilar de San Pablo, ha pedido al presidente Erdogan que construya un iglesia en Tarso. Alemania reflexiona sobre su propia identidad, ante lo que le es desconocido.
El debate sobre el valor de la vida: Cada año mueren cien niños en su hogar por causa de malos tratos o de negligecia por parte de sus padres. La Constitución alemana ampara el derecho del Estado para obtener la tutela de los niños en el caso de que los padres sean incapaces de mantenerles y de educarles. El Jugendamt es la oficina de jóvenes que se encarga en cada cuidad de vigilar que el Estado cumpla su obligación de tutela. Es común que el Jugendamt llame a la puerta del hogar si nace el to o el séptimo hijo preguntando a los padres si son conscientes de su responsabilidad. En algunos casos el Jugendamt puede conseguir, con la ayuda del juzgado, que algunos hijos pasen a la tutela estatal. Ya existen dos casos de familias que han impugnado la defensa del derecho de ocuparse de sus hijos ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y han obtenido una indemnización de 50.000 euros. Ciertamente, no es fácil emitir un juicio definitivo, en cualquier caso mucho depende de los Jugendamt y de la habilidad con la que se juzga cada caso. La muerte de un niño siempre es motivo de polémica pública y el presidente del Land de la Alemania oriental Sachsen-Anhalt, Wolfgang Böhmer, médico ginecólogo, ha llegado a afirmar, por experiencia propia, que el asesinato de niños procede, en algunos casos, de que algunas mujeres reividican de esta manera su antiguo derecho al aborto, vigente en la antigua República Democrática Alemana. Una cruda realidad.
Y, por último, el debate sobre la investigación con células madre embrionarias. Alemania está revisando su legislación sobre esta materia y, aunque científicamente no está demostrada su utilidad, se habla del "pre-embrión" como si de algo pre-humano se tratase. Alemania tiene una de las legislaciones más restrictivas de Europa y esto hay que entenderlo en el contexto de la historia reciente de Alemania y del nacionalsocialismo. Alemania no quiere experimentar con el hombre. Curiosamente este debate está dividiendo a los protestantes, más propensos a una apertura en la ley, mientras que la posición de los obispos católicos es claramente contraria a cambiarla.
Sea como fuere, en estos intensos debates se están marcando las pautas que decidirán el futuro de este país. La mejor opción es siempre la de la libertad responsable. Como decía el psiquiatra alemán que sobrevivió Ausschwitz, Viktor Fankl: "A la estatua de la Libertad le falta la estatua de la Responsabilidad". -
Faltan hombres
Es asombrosa la conclusión a la que llega el estudio "Not am Mann" (faltan hombres) del Instituto de Población de Berlín, recientemente publicado y recogido en las portadas de la prensa, sobre el éxodo de la mujer en la Alemania del Este a pocos años del vigésimo aniversario de la reunificación alemana.
Desde 1989 un total de 1,5 millones de jóvenes se han trasladado a la Alemania occidental, especialmente mujeres cualificadas, buscando un mejor futuro profesional y familiar. Este déficit de mujeres no tiene parangón en Europa, ni siquiera en las regiones frías del norte de Suecia y de Finlandia.
En muchas localidades deprimidas de la Alemania oriental este fenómeno migratorio se explica por el hecho de que las mujeres están mejor preparadas que los hombres. Sus expedientes académicos son mucho más brillantes que los de sus compañeros varones y, por este motivo, encuentran trabajo con más facilidad en otros lugares más desarrollados. Las consecuencias son, por un lado, un claro descenso de la natalidad y, por otro, la amenaza de una nueva capa social inferior que ha sido denominada "Prekariat" (precariado: véase su relación fonética con proletariado). Dicho segmento de la población lo forman varones que, por ser excluidos de los principales ámbitos de la sociedad (trabajo, formación, pareja...) pasan, a los ojos de la gente, a ser unos inútiles incapaces de mejorar de vida y que, además, se manifiestan más propensos a la violencia y a la participación en grupos radicales.
El quinto capítulo de este estudio merece especial atención al analizar si los varones de la Alemania del Este se encuentran en una crisis de educación y de formación. En 1960 el 37% de los bachilleres con acceso a la universidad eran chicas. Hoy el 54 % de la chicas alcanzan el acceso a la selectividad. Estas cifras –dice el informe– no son sólo el resultado del sistema escolar (la gran mayoría de los colegios son mixtos), sino que también en el proceso de admisión escolar ya se perciben claras diferencias entre chicos y chicas. El 60% de los no aceptados son chicos y las chicas sobrepasan la cifra de los que son aceptados anticipadamente. Los chicos, con comportamientos llamativos más frecuentes, repiten curso con mayor frecuencia.
Las diferencias entre chicos y chicas suponen distintas maneras de pensar, de aprender, de comunicar o de competir. Otros estudios atestiguan que los chicos tienen una mayor capacidad de abstracción y que las mujeres tienen una mejor capacidad de expresión y de comunicación. De este modo, las chicas parecen más adeptas al éxito en el colegio pues aquellas aptitudes que les son más necesarias, son precisamente las que tienen más desarrolladas.
A casi un millón de chicos les falta el padre como ejemplo. Cuando llegan al Kindergarten y al colegio apenas encuentran personal masculino y, por eso, se habla de la "feminización del sistema educativo". Desconozco los datos correspondientes en España pero intuyo que nos acercamos bastante a esta situación.