Un fenómeno típico de la temporada estival es lo que en alemán se llama el “Sommerloch” (el agujero del verano). En estos meses se paraliza la actividad laboral en todos los sectores. Tampoco se suelen tomar decisiones de gran envergadura. De repente algunas noticias cobran una importancia desproporcionada y uno tiene la impresión de que los medios no tienen suficientes contenidos y buscan noticias donde sea.
Uno de estos ejemplos recientes ha sido la polémica que se ha levantado en Alemania a raíz de la fotografía que el futbolista de la selección nacional, Mezut Özil, de origen turco, se hizo con el presidente de Turquía, Tayyip Erdogan. Mientras unos se rejaban las vestiduras otros decían que, de forma hipócrita, sólo estamos a favor de Özil cuando marca goles y la selección alemana gana. Esta discusión llenó los periódicos: cartas al director y todo tipo de artículos. Incluso el ministro federal de Justicia, Heiko Maas, tuvo que manifestarse diciendo que este debate es indigno de la República Federal. Cuando la mitad del telediario se dedica a este tema, algo no funciona.