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África a las puertas de Europa

No se habla abiertamente sobre este tema, pero es cierto que no pocos tienen miedo, sí miedo, ante la evolución del continente africano y sus consecuencias en Europa, y más concretamente en Alemania.

Hay pocas personas que sean mejores conocedoras de África que el Príncipe etíope Asfa-Wossen Asserate que reside desde hace varios decenios en Alemania y que, en su día, fue uno de los primeros refugiados etíopes en Europa que no tardó en obtener el título de refugiado político y, más tarde, la nacionalidad alemana.

No he tenido sólo el gusto de leer su libro “La nueva migración de los pueblos, el que quiera proteger a Europa debe salvar África” sino también de escucharle y conocerle personalmente en una conferencia que impartió hace poco en Munich.

África es un continente de contrastes. Por una parte abunda el hambre y el éxodo climático va en aumento. Por otra parte existen países con un crecimiento del producto interno bruto de dos dígitos. Algunos incluso cuestionan la ayuda al desarrollo ya que en no pocos casos impide el enfoque emprendedor al desarrollo por parte del sector privado. Más grave aún, dice Asserate, es que muchos gobiernos europeos colaboran con gobiernos africanos que no respetan los derechos humanos. Se necesita una colaboración europea al desarrollo con una línea de aproximación consecuente con los gobiernos locales. Es decir, una especie de complianceprevia al acuerdo sobre proyectos de desarrollo.  Asserate también acusó a Italia de inundar África de tomates, cargándose así el mercado local. Lo mismo se aplica a las patas de pollo que nadie quiere en Europa –preferimos la pechuga– y que se están cargando las granjas africanas.

África es en efecto uno de los continentes más ricos, pero con los recursos peor gestionados. Especial mención merecen las actividades chinas en este continente, que son más bien de talante capitalista. Aunque los chinos se comprometen a mejorar las infraestructuras (carreteras, energía…), por lo general de decantan por proyectos de explotación con muy poco a cambio.

Durante la exposición del príncipe etíope una persona le preguntó por qué no hablaba con Angela Merkel. Asserate contestó que es mucho mejor que cada ciudadano escriba al diputado de su circunscripción y le haga entender que no desea que Alemania ayude a gobernantes africanos que no respetan los derechos humanos.

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