Hace poco tuve la oportunidad de conocer al alcalde de Munich, Dieter Reiter, en el club de prensa de esta ciudad. Munich es sin duda una de las ciudades más atractivas del mundo. Su crecimiento es imparable, se nota en el tráfico y hasta en su oferta educativa, que también cada vez es mayor al ser un lugar donde está la sede de grandes empresas. Esta evolución también se aprecia en las aceras de sus calles, que están siendo perforadas para instalar más fibra óptica para mejorar las comunicaciones. Al mismo tiempo todos desean una vivienda asequible. Lo único que les falta es la mirada al mediterráneo.
En Munich también aparecen nuevas demandas de la sociedad del bienestar. Algunos piden protección del ruido alrededor de un jardín de infancia. El tráfico urbano, y sobre todo las líneas de metro, tienen horas punta que rozan el colapso. Y es que una ciudad con una tasa de paro del 3 por ciento es también muy atractiva. El Englischer Garten es el pulmón de la cuidad y por eso la línea de autobús que atraviesa el jardín será pronto sustituida por un tranvía eléctrico.
Tras los atentados terroristas en Europa el alcalde afirma que no será posible salvaguardar toda la zona peatonal. Como en muchas ciudades alemanas, la bicicleta es un medio de transporte predominante entre todas las clases sociales y, curiosamente, el comportamiento del ciudadano no es el mismo según se encuentre montado en su coche o en su bicicleta. El que va en coche protesta de las bicicletas y el que va en bicicleta protesta de los coches. El mismo alcalde nos contó como tuvo que intervenir en un griterío callejero entre un ciclista y un conductor de coche. A los alemanes les encanta la dialéctica jurídica y llevar la razón.
Dieter Reiter desea que Munich sea una ciudad para todos, en la que no haga falta llevar una máscara por la contaminación ambiental, por ello se mostró muy enojado con las estafas de la industria automovilística, al haber vendido coches que contaminaban cuarenta veces más que los límites legales permitidos.
Ahora que ya han pasado sus primeros 4 años en el cargo quiere dedicarse a traer propuestas originales e innovadoras para la cuidad. Entre otras cosas, quiere invitar a urbanistas de prestigio mundial para que presenten sus ideas. Una de las iniciativas que más le han llamado la atención en algunas ciudades es la de poner jardines en los techos. Por todo lo anterior puedo concluir que siempre es un buen momento para visitar Munich, no hay que venir aquí solo cuando se celebra su conocida fiesta de la cerveza.