Si no hubiera sido por la publicación de los apuntes íntimos de la princesa Filippa zu Sayn-Wittgenstein (“El Angel de Filippa”, Ediciones Palabra), probablemente nunca hubiera acudido al mundo encantado de Sayn (www.sayn.de) ni conocido a la familia de Filippa, perteneciente a la nobleza europea de más ancestral tradición. Filippa falleció en e de tráfico a los 21 años, apenas tres meses después de su boda. Es la cuarta de los siete hijos de los príncipes Alexander y Gabriela, que residen hoy en Sayn, en el estado alemán de Renania-Palatinado. Su familia decidió publicar los diarios que escribió desde la infancia y en los que delibera profundumente sobre la familia, Dios y el amor. Para perpetuar el recuerdo de Filippa, sus padres y su esposo crearon la fundación “El ángel de Filippa”, que con los ingresos de este libro, ha premiado, ya por tercera vez consecutiva, a jóvenes europeos que destacan por sus proyectos sociales, culturales o medioambientales.
El castillo neogótico de Sayn tiene sus comienzos en el siglo X. Después de varias fases de ampliación tuvo que ser reconstruido por última vez entre 1995 y 2000, tras los severos daños sufridos en la segunda guerra mundial. La historia de Sayn está íntimamente ligada a Santa Isabel de Hungría (1207-1231), hija de los reyes de Hungría y emparentada con los entonces condes de Sayn. Se cumplen por tanto 800 años desde su nacimiento, lo cual es motivo de múltiples eventos en Sayn y en muchos puntos de la geografía alemana, ya que se puede decir que es la santa más popular del país.
La vida de Santa Isabel es muy peculiar. A los ¡cuatro! años se trasladó a Turingia para ser comprometida con el conde Ludwig IV con el que se educó y a los ¡catorce! años contrajeron matrimonio, lo cual no era inusual en la nobleza. Amó con locura a su esposo con el que tuvo tres hijos. Transcurridos seis años después de la boda, falleció su esposo en la guerra e Isabel se dedicó intensamente a ejercer la caridad con los hambrientos, enfermos y moribundos. En 1228 fundó un hospital y, por todo ello, le podríamos llamar la “madre Teresa de la edad media”. Falleció jóven, el 17 de noviembre de 1231, y cuatro años más tarde el Papa la declaró santa de la Iglesia. Ya que nací en la fecha de su muerte y por llamarse así mi abuela y madrina, Isabel me ha permitido encontrarme con mis propias raíces.
Y dada esta relación de parentesco entre Sayn y Santa Isabel, en 1860-61 se construyó una capilla adjunta al castillo de Sayn en la que se venera una reliquia de la santa, contenida en un relicario que su misma hija, la abadesa Gertrud von Altenberg, mandó construir.
En el parque encantado de Sayn se encuentra el “jardín de las mariposas” con ejemplares de Suramérica, África y Asia. En un clima tropical se ve el desarrollo del capullo, del gusano y de la mariposa y su volar alegre en busca del nectar entre palmeras y cascadas de agua. También se pueden apreciar otros insectos tropicales como lo son las arañas y también tortugas. En Sayn, a unos cien kilómetros de Colonia, todo es un encanto y más en este año 2007, que invita a visitarlo de nuevo.
Comentarios
Hola José,
el domingo abrí el diario de Mallorca - vi tu articulo - y decidí de escribirte (normalmente no lo hago). Soy alemana, cerca de Colonia, vivo en Mallorca y leí el libro de Filippa. Tú eres mallorquin, vives en Alemania, en Colonia y leiste el mismo libro. Y ahora vi tu comentario dedes Alemania en el periodico mallorquin - que gracioso! Me encantó! Así se define por mi opinion el habitante europeo: internacional y abierto para la cultura en el pais donde reside. Gracias por tu articulo! Saludos dese Palma, Gunda
Gracias, Gunda
Hola, ¿nos enlazas? :)