¿Hoy te ocupas tú de los niños? Durante las últimas semanas esta ha sido una pregunta bastante frecuente entre esos padres (aún más en el caso de las familias numerosas) que se han visto ante la inesperada obligación de ayudar a sus hijos en sus clases virtuales, gestionar sus deberes, atender el teletrabajo y, además, cubrir las tareas domésticas. Todo a la vez. Se trata de un experimento social a gran escala y solo con el paso del tiempo seremos capaces de analizar los resultados y sus consecuencias. Se trata de una situación excepcional y extrema al mismo tiempo, que ha llevado a muchas familias a límites insospechados. Desde un punto de vista emocional algunos padres que viajaban mucho confiesan haber “descubierto” a su familia, con la quizá antes solo se cruzaban los fines de semana. Algunas madres lo han sufrido mucho más. Se han visto enfrentadas a una crisis de identidad inesperada: ¿por qué me toca a mí ahora cocinar y hacer deberes con mis cinco hijos en lugar de preparar mi oposición como catedrática?
Ante esta tesitura se plantean varios desafíos. El más básico es la visión sobre lo que se ha llamado “Equally Shared Parenting”. Este es el título de un libro escrito por Marc y Amy Vachon hace ya diez años. Ellos explican que no se trata de dividir las tareas sino más bien de compartirlas, lo que exige de los padres una mayor comunicación sobre su manera de entender en qué consiste educar.
Ante la digitalización de la enseñanza se plantea de nuevo un reto básico que consiste en la colaboración entre padres y profesores para determinar los objetivos educativos. Éstos van más allá de transmitir meramente conocimientos porque no podemos olvidar que la educación también supone inculcar aptitudes. Y todo ello exige que los padres y profesores intercambien ideas sobre los alumnos, para conocerlos mejor y para ayudarles de una manera más eficaz, lo que es aún más necesario en un contexto digital. Verena Pausder, madre de tres hijos, es una de las voces más activas en Alemania (20.000 seguidores en LinkedIn) sobre los desafíos que presenta la digitalización, tanto para las políticas educativas como para los padres. Ella reivindica la necesidad de facilitar dispositivos y mejores conexiones WiFi para las familias, promover un renacimiento de la creatividad, formar al profesorado y lograr una mejor dotación de los colegios.