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2017, año VUCA

VUCA.pngHay años que son enigmáticos. Parece ser que 2017 es uno de ellos. Se cumplen varios aniversarios: 100 años del comienzo de la I Guerra Mundial o los 500 años del comienzo de la Reforma de Lutero en Alemania.

Además del comienzo de la presidencia de Donald Trump en EE.UU. también en Europa tendremos elecciones de connotación decisiva: en Alemania, en los Países Bajos, Bulgaria, Francia y Noruega.

Claramente nos damos cuenta de que el mundo está en un agitado movimiento. Y para analizarlo es bueno conocer el pasado para poder entender el futuro. Por ejemplo, recordar cuáles fueron las coordenadas sociales que hicieron posible el luteranismo y la posterior cruel guerra de los 30 años, o entender la figura del hoy declarado Beato Karl de Austria y la razón del fracaso en intentar adelantar el fin de la sangrienta I Guerra Mundial.

En un mundo occidental que se encuentra entre el secularismo (la negación de la trascendencia y el afán de definir el sexo como factor social) y el islamismo (una religión sin ilustración) no es fácil navegar sin brújula. Se habla con razón de que esta es la era VUCA, que en inglés recoge estas cuatro palabras: volatilidad, incertidumbre, complejidad, ambigüedad.

En el mundo occidental convivimos, por una parte, con un acelerado avance tecnológico y, por otra, sufrimos una crisis de identidad. Queremos integrar a personas de otras culturas, pero integrar ¿en qué?, ¿dónde? Para esto tenemos que conocer antes nuestra propia identidad. Para eso nos conviene formarnos bien, por ejemplo leyendo más. No basta consumir titulares. A mí me preocupa que leo poco, por lo menos sé que podría leer más y deslizar menos el índice sobre el smartphone para conocer el último grito en Facebook, en Twitter o donde sea.

Qué alegría da escribir de nuevo una carta de puño y letra o tener una conversación sosegada con un buen amigo, o hacer una buena excursión en vez de pasarse el día delante de una pantalla. Nos conviene mejorar nuestra capacidad de asombro ante lo positivo, que existe y mucho.

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