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  • Una joven alemana se acerca a los intocables de la India

    u1_978-3-8105-0403-6.jpgStella Deetjen, una joven alemana con óptimas perspectivas de futuro, hizo a los 24 años un viaje a Benarés (India), ciudad sagrada para los hindúes y lugar de baños rituales en el río Ganges. En una de sus visitas a la orilla de este río se percató de cómo un grupo de leprosos eran obligados a subir a un camión para ser deportados a un lugar desconocido. En un arrebato de valor se subió a ese camión, provocando un gran desconcierto. Ella ya había aprendido a no despreciar a los leprosos, sobre todo desde el momento en el que uno se le acercó para ofrecerle su ayuda.

    Este es el comienzo de la gran aventura de Stella que ha plasmado ahora en un libro con el título “Intocables”. En 380 páginas cuenta con un gran suspense cómo ha sido su vida en la India, donde ha creado ambulatorios móviles para paliar infecciones entre los más pobres y donde ha fundado la asociación Back to Life. Su libro describe la vida de los leprosos y de los mendigos en las orillas del Ganges (donde ella incluso duerme en un pequeño barco). Sorprende la valentía de Stella que en lugar de tener una vida acomodada y sin problemas de salud optó por estar acompañada de infinidad de microbios, pero es muy feliz. Stella también hizo un viaje para conocer a Santa Teresa de Calcuta a la que le pidió una bendición para su tarea.

    En este libro también se refleja la situación de la mujer en la India: “Una mujer no decide nada sola. El único responsable es el varón. Trabaja en el campo, se ocupa del hogar, da a luz a los hijos (mejor si son varones) y se ocupa de que haya agua y comida, de que la cabaña esté limpia y que el ganado esté bien atendido. No toma ni una sola decisión en su vida, tampoco si desea un embarazo y cuántos hijos quiere tener”. Stella también cuenta que la sombra de un brahmán no puede caer sobre un leproso. Además, detalla su shock cuando regresó una temporada a Alemania, en donde los grifos vierten agua potable, los hospitales están llenos de medicinas para la población pero, sin embargo, se ven muchas caras tristes.

    Pronto tendré la oportunidad de conocer a Stella. La he invitado a realizar una lectura de su libro, que me ha impactado. Su experiencia es una terapia de shock positiva para un mundo que vive en la sobreabundancia. No se trata de hacer siempre cosas tan extraordinarias como Stella pero si de que todos valoremos más lo que tenemos. Y la importancia de sonreír con más frecuencia.

  • Mi hoja de papel

    thumb_IMG_0946_1024.jpgEs cierto, hace poco pude producir a mano mi primera hoja de papel. Existe documentación gráfica que da buena fe de ello. Con esa hoja haré algo que no hago desde hace meses: escribir una carta con pluma que enviaré a mis padres y hermanos, para que puedan conservarla.

    Con un grupo de empresarios visité una de las más antiguas fábricas de papel de Alemania y posiblemente de Europa. Se trata de la empresa Gmund, fundada en 1829 y situada cerca del bonito lago Tegernsee. Allí se produce un papel de alta calidad que se envía a más de 80 países. Los sobres dorados que se utilizan en la entrega de los Oscar se producen ahí. Como nos explicó el dueño, Florian Kohler, sucesor de la familia propietaria, se trata de comunicación: los mensajes importantes requieren de un buen papel.

    Y mi hoja de papel la produje introduciendo verticalmente un tamiz en una palangana con la pulpa líquida de papel. Posteriormente, al elevarlo despacio se fija y luego se presiona para dejarlo secar.

    Lo asombroso de esta empresa con 80 empleados es que la maquinaria es de 1886 y sigue funcionando, con una producción de 4.400 toneladas de papel al año. La logística de producción y almacenamiento del papel no es trivial. Por otro lado, también cuenta con múltiples presas para imprimir escudos y otros símbolos en el papel. En Gmund se produce papel de una densidad entre los 80 g/m2 y los 500 g/m2., lo que permite obtener alrededor de 100.000 variaciones en su producción. Además cumplen las normativas más exigentes en relación a la protección del medio ambiente. La fábrica se abastece del agua de un río cercano que es fuente de agua potable para la cuidad de Munich.

    Uno de los puestos de trabajo que más me llamó la atención en esta empresa fue el de control de calidad, que logra que se revise hoja por hoja todo lo que sale de la fábrica. Uno podría pensar que se trata de un trabajo aparentemente monótono pero sin embargo allí se transmite una gran pasión por el buen hacer artesano.

    Esta experiencia me ha llevado a apreciar más el papel y sobre todo me ha permitido ser consciente de la importancia de tener un buen soporte y de lo que es poder contar con un buen vehículo para un buen mensaje.