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  • Lo que los jóvenes realmente piensan

    51kgg0tkxhL._SX308_BO1,204,203,200_.jpgMelanie Mühl es redactora del Frankfurter Allgemeine Zeitung, uno de los principales diarios de Alemania, y autora de varios libros. Melanie, a la que conozco personalmente, tiene una gran capacidad de describir el carácter de las personas. Y eso lo demostró con creces en su libro “Menschen am Berg” (Hombres de montaña), que describe la vida de personas relacionadas con el monte: pastores, ingenieros de monte, excursionistas, etc.

    Una vez más ha demostrado su capacidad descriptiva en un libro publicado el pasado mes de febrero con el título: “15 años, lo que los jóvenes realmente piensan“. En sus diversos capítulos trata multitud de temas que conciernen a nuestros jóvenes: la amistad juvenil en la época del smartphone, el comportamiento de los jóvenes en las redes sociales, el noviazgo, las relaciones entre padres e hijos, la optimización prematura de la vida y el falso afán por la belleza. En su obra también se centra en dos de las principales redes sociales, Facebook e Instagram, y también refleja la opinión que tienen los profesores sobre los alumnos y sobre la ausencia de hábitos de lectura. Por último, no deja de abordar temas más complicados como el consumo de drogas y de alcohol, o el lado oscuro de la red: la pornografía y la pedofilia.

    Melanie da voz a los jóvenes sobre estos asuntos, cita gran cantidad de investigaciones científicas al respecto y da su opinión personal sobre cuál ha sido su manera de actuar.

    Llama la atención que Melanie es positiva y afirma que la juventud de hoy sigue teniendo valores y que la clave consiste en entender su modo de expresarse en un nuevo contexto comunicativo donde la frontera entre lo privado y lo público se diluye.

    Se puede sacar la conclusión de que aquellos jóvenes que en su hogar echan en falta el aprecio y la estima, la buscan en otros entornos, muchas veces desconocidos para sus padres. En definitiva, el libro refleja la idea de que los padres no han sabido educar la autoestima de sus hijos. En cualquier caso, un libro digno de ser leído.

  • ¿La gran coalición en España?

    173900-3x2-article620.jpgUna de las cosas que llaman la atención en Alemania es la calidad del debate político. En España me temo que muchas veces el discutir es sinónimo de interrumpir y, si eso no basta, de gritar. El hecho de que en alemán el verbo esté en algunas ocasiones al final de la frase ayuda a tener que esperar a que uno termine lo que ha de decir para entenderle.

    Esto no quita que haya cierta crispación cuando hay nuevos jugadores en el campo político. Antes algunos se negaban a aparacer en debates con el partido DIE LINKE, sucesores de los comunistas de la República Democátrica de Alemania y esto vuelve a ocurrir ahora con el Partido AfD (Alternative für Deutschland).

    No me imagino todavía la gran coalición del PP y del PSOE pero tampoco me parece imposible. Supondría un paso interesante en la cultura política. Durante mi larga estancia en Alemania ya he vivido dos veces la gran coalición del CDU/CSU con el SPD. Suelen ser legislaturas en las que se avanza bastante en terrenos de interés común, como puede ser la política familiar, la reforma fiscal o la reforma de la política de pensiones.

    También a nivel autonómico se ha logrado la gran coalición en varios Länder. En Austria y Suiza, en Bulgaria, en Grecia, en Islandia, en Italia y en Japón. En Luxemburgo, Holanda y Ucrania también se han consegido “grandes coaliciones“.

    ¿No fue Alfonso Guerra el que dijo “a España no la va a reconocer ni la madre que la parió“? Bueno, pues me parece que visto desde Alemania se ha quedado corto... Las noticias que llegan no son tranquilizantes y desde fuera no se entienden. Ahora bien, que nadie se lave las manos porque ser político y ejercerlo es un trabajo digno. Por ello también es urgente que gente honrada gobierne y sea un aliciente para las jóvenes generaciones a la hora de asumir una tarea de este tipo. En definitiva, la administración de lo público no se puede ni se debe dejar en manos de unos sinvergüenzas, sean del partido que sean.