Un fallo judicial formal ha bastado para cargarse el subsidio mensual de 150€ que se introdujo el pasado 15 de febrero de 2013 asignado para apoyar a aquellas familias que desean ocuparse de sus hijos pequeños en casa y no dejarlos en la custodia de un Kindergarten entre los meses 15 y 36 de su vida.
En efecto, invocado por el Land de Hamburgo, el Bundesverfassungsgericht (Tribunal Constitucional alemán) decidió con fecha del 21 de julio que no era competencia del gobierno central legislar sobre esta ayuda. Esta competencia solo se puede ejercer en el caso de que se cree una desigualdad social dentro del país. El tribunal argumenta que este subsidio de ayuda no es obligario para aquellos padres que libremente prescinden de los servicios de las guarderías.
Uno se pregunta, cómo es posible que los juristas del ministerio de la familia no hayan decubierto este fallo con antelación. La introducción de este subsidio es parte del contrato de la gran coalición (CDU-SPD) de esta legislatura y fue principlamente defendido por el CSU, el partido cristianodemócrata de Baviera.
Queda por aclarar qué van a hacer las 450.000 familias que se han apoyado en este subsidio. El mismo día en que se dio a conocer el fallo del tribunal constitucional, Horst Seehofer, Presidente del Land de Baviera, dió a conocer que el subsidio no sería suprimido en Baviera. Lo mismo ocurrirá en dos Land más. Las peticiones para recibir el subsidio ha ido en aumento constante. El 95% de las personas que lo reciben son mujeres.
El debate sobre este subsidio ya es largo. Mientras que la Ministra de la Familia Manuela Schwesig se ha manisfestado a favor del Kindergarten de 24 horas, nos son pocos los que temen que algunos padres no aprecien la oferta de los Kindergarten y el subsidio distancie especialmente a las madres de ejercer un trabajo remunerado y a demás se ofrezca un aliciente a familias extranjeras a permanecer en casa y se impida así la integración social.
Está claro que la cuantía del subsidio es más bien de carácter simbólico en alguna familia no basta ni para cubrir los gastos de los pañales…Con subsidio o sin subsidio, Alemania, un país de alta tecnología y de gran productividad, se encuentra ante el dilema de la falta de mano de obra cualificada y por eso ejerce una gran presión a la mujer para reincorporarse al trabajo remunerado cuanto antes. Por otra parte es necesario pensar en reformas fiscales y sociales más profundas que haga más atractivo, por ejemplo, tener una familia numerosa.