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La antropología de la red

 

internet.jpegDicen que "la red no olvida". Sobre estas y muchas más cuestiones cibernéticas trata el libro "NEXT" publicado por la profesora de Comunicación Corporativa de la Universidad de San Gallen en Suiza en el verano de 2011, Miriam Meckel, conocida autora y ensayista alemana.

 

 

 

En efecto, ya se habla del "Websuicide" para conseguir desaparecer de la red. Hay gente que paga mucho dinero para no aparecer en la red para nada. Meckel propone, entre otras cosas, que se facilite colgar fotos en la red con fecha de caducidad. Ciertamente me sorprende la facilidad con la que los adolescentes (especialmente las adolescentes) cuelgan fotos en Facebook. No se dan cuenta de las repercusiones que puede tener, por ejemplo, cuando tengan que buscar trabajo.

 

 

La cuestión de fondo es si las nuevas tecnologías nos deshumanizan. Como en todo, es cuestión de equilibrio y de ponderación en su uso. El libro se desarrolla como una reflexión de un ordenador que "cuenta" su historia sobre la conquista de datos humanos. Habla de la transición del "tiempo corpóreo" al "tiempo del sistema". Mientras que en el primero los datos se encontraban en el cuerpo, en el segundo, los datos se encuentran en "el sistema".

 

 

No cabe duda, "la red" sabe cada vez más sobre nosotros y como la memoria es gigante y no cuesta, "la red" es cada vez más hábil usando los datos que nosotros mismos, quizá ingenuamente, introducimos. Las posibilidades de asociación de "la red" no son nada despreciables. No soprende, por ejemplo, que al comprar un libro en internet, la red nos sugiera: "los que han comprado este libro también han comprado estos". También es conocido que los resultados de búsqueda en Google depende también de quién busca y de qué perfiles suyos se encuentran registrados en la red. Por lo tanto, el resultado es condicionado.

 

 

Las aplicaciones médicas asociadas con "Apps" también nos resultarán asombrosas dentro de poco. Tener un chip injertado que trasnmita datos para apliacaciones médicas puede dar grandes resultados en beneficio de la salud.

 

 

De todos modos, como ingeniero, el cerebro y la inteligencia de todos los órganos del cuerpo no me parecen sustituibles por un ordenador, ya que el hombre es mucho más que materia. Ya lo dijo Aristóteles, está compuesto de cuerpo y alma, lo cual da fe de una inteligencia superior que, para mí, es Dios. Pienso que ningún hombre será capaz de "inventar" a un hombre por mucho progreso que haya.

 

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