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Los umbrales de Jerusalén

Sea of Galilea.jpgEn el parvulario de los Sagrados Corazones de Palma aprendí de niño aquella canción: "ya están pisando nuestros pies tus umbrales Jerusalén". Casi cuarenta años después se ha cumplido, pues he podido disfrutar de una estancia de tres semanas en esta cuidad emblemática que supera lo inimaginable.

En Jerusalén se concentran las tres grandes religiones monoteístas: el islam, el judaísmo y el cristianismo. En el templo de la montaña los mahometanos recuedan la ascensión de Mahoma al cielo y los judíos el lugar del sacrificio de Abrahán. No existe cuidad con mayores contrastes y con mayor confluencia de intereses. Basta pensar en la concentración de confesiones cristianas de diversos ritos tanto católicos como ortodoxos, e incluso protestantes.

Lo que más me ha impactado emocionalmente ha sido la visita al lago de Genesaret. Me pasé media hora rezando, por qué no decirlo, mirando al lago, oyendo el movimiento del agua, el susurro del viento y el piar de los pájaros. Este momento me conmovió por ser lo más parecido a lo que Jesús de Nazaret mismo pudo haber experimentado con sus sentidos. Es una paisaje realmente bello. Ain Karim, el lugar donde se conmemora la Visitación de la Virgen a su prima Santa Isabel recuerda intensamente a los paisajes de Mallorca que conocemos. Ir a Tierra Santa es, en definitiva, un deber de cristiano y ahora más, ya que el gobierno de Israel no se muestra especialmente propicio para facilitar vivienda y un lugar de trabajo a los cristianos de origen árabe o de otros países.

Ya que he tenido la dicha de vivir en Alemania la caída del muro de Berlín hace ahora veinte años, se me han revuelto las entrañas al ver el nuevo muro que delimita el territorio de Israel. Es cierto que desde que existe el muro apenas hay atentados en Jerusalén. La presencia en la cuidad de tropas de chicos y chicas jóvenes con metralletas de cuatro palmos dan una gran sensación de seguridad. Jerusalén se mostraba desgraciadamente más segura que Mallorca, que se ha visto achacada por un ismo cobarde durante este verano. Por otro lado, un empresario palestino me decía en el autobús público camino de Belén: "tú como europeo tienes más derechos que yo en mi tierra. Nosotros vivimos peor que los perros". Es conocido que se han hecho estudios geológicos para acaparar las fuentes de agua dentro del muro y que el terreno israelí ha aumentado un 10% con la contrucción del muro. Los desalojos de viviendas palestinas, en su gran parte arbitrarios, están a la orden del día.

Curiosamente llama la atención ver a muchos chicos jóvenes del barrio árabe con la camiseta del FC Barcelona. Otra escena chocante fue ver como en una gasolinera llenaban una pequeña botella de plástico con gasolina. Una operación peligrosa: quién sabrá para qué necesitarán esa botella... En conclusión: un viaje que, a pesar de todo, vale mucho la pena hacer.

Comentarios

  • Yo creo que lo que mas me chocaria a mi seria ver la camiseta de un equipo español puesta en gente de otros paises, asi que creo que no soy el unico vista tu reaccion!

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