Muchos conocen a la canciller alemana Angela Merkel. Cada semana se dirige a la nación a través de sus Podcasts que se pueden descargar y ver en la página www.bundeskanzlerin.de. Hija de un pastor protestante, estudió físicas y es de un caracter sereno, lo cual es una ventaja a la hora de gobernar.
Menos conocida es la figura del Presidente de la República (www.bundespraesident.de), que hoy en día ostenta Horst Köhler. Es elegido por el Parlamento cada cuatro años pero un periodo que no sea coincidente con las elecciones nacionales y tiene la misión de ser la autoridad máxima del país y su mayor representante. Horst Köhler fue presidente del Fondo Monetario Internacional y tiene mucha experiencia en el mundo financiero, conoce el terreno internacional y ha visto Alemania desde el extranjero, lo que supone una gran ventaja para analizar los problemas de su país. Tiene una hija ciega y, por lo tanto, él y su esposa, Eva, saben lo que es tener limitaciones.
Horst Köhler, desde su elección, dijo que no quería ser un presidente cómodo y que pondría por obra sus posiblidades de intervención. Cada año se dirige a la nación con el conocido discurso desde Berlín (Berliner Rede). En 2006 dirigió sus palabras no desde su residencia, sino que se trasladó a un colegio en una zona conflictiva de Berlín para hacer incapié en la necesidad de la educación y de la formación como prioridad política para el país y recordó que Alemania siempre ha sido "el país de las ideas".
Su última intervención con mayor eco fue su participación en el programa televisivo de Sabine Christiansen de los domingos por la noche el pasado 24 de junio. Se trata de un debate -que precisamente con esta entrevista tuvo su última sesión- en el que se tratan los temas de mayor interés para el país. Se ha llegado a decir que su impacto es mayor que el de un debate en el parlamento, comentario que no es especialmente favorable para la clase política.
En este programa Köhler dijo que quiere ser un presidente con opiniones y que por ello las expresa. Afirma que su principal cualidad es la de ser capaz de escuchar. Durante su cargo ya ha negado dos veces la firma de una ley por ser, según expertos de su confianza, anticonstitucional. En el año 2006 se alegró especialmente de la normalidad de la presencia de la simbología nacional alemana alrededor del mundial de fútbol. El mayor logro de la reunificación fue, en su opinión, que procediera de la Alemania del Este. Opina que la política europea se ha distanciado del ciudadano. Lamentó que el ciudadano muchas veces no esté dispuesto a aceptar el precio del cambio para lograr una situación mejor. Sobre el sistema fiscal opinó que es demasiado complicado y que eso provoca que la población no comprenda el sentido que tiene la contribución fiscal.
El presidente alemán definió, una vez más, la política educativa como la labor más importante de los políticos. Repitió que los hijos de los emigrantes son una gran riqueza para el país, pero que hay que formarlos, y concluyó diciendo que le irrita muchísimo si le comunican que hay pleitos con motivo del ruido de los gritos de niños: "los gritos de los niños son para mí la música del futuro". Pienso que los alemanes y los europeos podemos estar muy orgullosos de Horst Köhler.