En 2020 vamos a celebrar el 250 aniversario del nacimiento de Ludwig van Beethoven. Ya desde joven me fascinó su música. Mis padres tenían una colección de discos de sus 9 sinfonías. A mi me gustaba oír con frecuencia la quinta, la sexta y la novena. Me elevaba y todavía me eleva el espíritu. Quizás ahí se fue gestando mi amor por Alemania.
Cuando empecé a aprender alemán me di cuenta que Beethoven es un nombre nada fácil de pronunciar. Pronunciarlo bien es de nota. Al llegar a Colonia me enteré que nació en Bonn, pequeña cuidad que fue capital de Alemania después de la Segunda Guerra Mundial. Ahí está su casa natal convertida en un museo que nunca he llegado a visitar. Tras la unificación de Alemania, hace ya más 30 años, Bonn pasó a ser una ciudad de congresos y una de las sedes de Naciones Unidas y de otros organismos nacionales e internacionales. Ahí también tiene su sede la Deutsche Welle, la emisora de radio internacional alemana, que cuenta con un amplio programa cultural.
Vale la pena visitar la página web (www.bthvn2020.de) que se ha creado con motivo de este aniversario para adentrarse en la figura de este genio. No solo contiene datos biográficos sino que además cuenta con un amplio calendario de actos que se celebrarán a lo largo de este año. Llama la atención el “Beethoven Pastoral Project: Artistas por la protección climática”, programado conjuntamente con la Secretaría Climática de las Naciones Unidas. Beethoven escribió en su testamento: “Cómo me alegra poder caminar entre arbustos, bosques, árboles, hierbas y rocas. Nadie ama el campo tanto como yo, ya que los bosques, árboles y rocas dan la resonancia que el hombre desea”. Sobre esto comenta la página del Jubileo: “La Sexta Sinfonía, la Pastoral, es expresión del amor: alabanza a la creación y al mismo tiempo una llamada a protegerla y cuidarla. Junto con artistas, la sociedad civil, los gobiernos, ciudades y comunidades de todo el mundo nos pronunciamos artísticamente a favor de la protección del medio ambiente”. Sin duda Beethoven es el compositor más oído del mundo y uno de los embajadores más pronunciados de la cultura europea. Beethoven fascina, mueve y une en campos tan diversos como la publicidad, el cine, el deporte o la política.
Para el que no ha estado en Bonn, este aniversario es un fabuloso motivo para hacerlo. Introducirse en la vida y en las circunstancias de este gran maestro de la música es ciertamente inspirador y además la buena música es algo que nos alegra. Al que por algún motivo esté triste le diría que una de las cosas que puede hacer es escuchar más Beethoven.