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Una familia en el aire

csm_152005_Ott_Papst_Ott_8d4eb18a09.jpg“Soy su comandante, Martin Ott, en su vuelo a Roma… saludo especialmente a los niños en este viaje“. Me quedé muy sorprendido. No sólo porque es la primera vez que oía a un piloto saludar explícitamente a los niños en un vuelo, sino porque ya había leído algo sobre esta persona, un alemán muy culto, padre de una familia de 7 hijos y testigo de lecciones magistrales del Cardenal Ratzinger. Se trataba ni más ni menos del comandante que pilotó al Papa dos veces desde Alemania a Roma. Una vez desde Munich y otra desde Berlín. Cuando el Papa viaja a un país, parte con Alitalia y regresa con la compañía aérea del país del que procede.

La compañía alemana Lufthansa fue acertada al elegir a Martin Ott. Al descender del avión felicité al piloto por sus palabras para los niños. Me dijo que le resultaba lo más natural del mundo. Le pregunté si era miembro de la Federación Alemana de Familias Numerosas y luego le dije que sabía que era el piloto del Papa y se quedó muy asombrado de que lo supiera.

A los pocos meses me ha tocado viajar a Barcelona. A la altura de mi asiento estaba una azafata que me dijo que me había reservado un lugar para dejar mi equipaje de mano. Me sorprendió. Me fijé por casualidad en su nombre en el broche del uniforme y leí “M. Ott” y me dije: no puede ser. Me atreví a saludarla y le comenté que conocí hace poco a un piloto también de apellido Ott y me dijo: “es mi padre”. No me lo podía creer. Hablamos de su padre y de su familia de 7 hermanos y me mostró una foto, y yo le enseñé la mía con mis 4 hermanos. Me contó que su hermano es copiloto y que ella también lo quiere ser y que está en lista de espera. Me dijo que le ha tocado viajar varias veces como azafata en el avión que pilotaba su padre y que les encanta a los dos hacerlo. De hecho, por veteranía, el padre lo solicita con frecuencia. “Solo nos separa la puerta de la cabina”, afirmó.

Me contó que cuando a su padre le preguntaron si quería pilotar al Papa, tuvo la amabilidad de preguntar antes a la familia su opinión. Obviamente le animaron.

Es siempre agradable encontrar a personas que aman su profesión y que transmiten alegría en su trabajo, que saben que están prestando un servicio a las personas y que trascienden llegando al alma.

Anuncié a la simpática azafata este artículo sobre su familia y ya es curioso que salga publicado apenas una semana más tarde de haberla conocido y un mes más tarde de haber conocido a su padre. Lo leerán.

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