Una cuestión fundamental de la vida en Alemania es tener conocimiento de la realidad de la diversidad de las confesiones cristianas en el país y sobre lo que esto supone en la vida cotidiana.
Me contaron que en los años cincuenta era común que en los patios de los colegios hubiera una verja en el lugar de recreo entre los católicos y los protestantes. Esta divisón pasa por el centro de muchas familias alemanas en las que los padres son de confesión mixta, lo cual plantea conflicos prácticos, por ejemplo en la educación y a la hora de decidir sobre el bautismo, la primera comunión, la primera confesión y la confirmación de los hijos. El Papa Benedicto XVI denominó esta separación como “terrible tragedia“ el 19 de agosto de 2005 en Colonia con motivo de su reunión con los pastores protestantes en Alemania.
En la geografía alemana se encuentran zonas católicas y zonas protestantes y, dentro de ellas, hay enclaves de la otra confesión debido al “cuius regio, eius religio“ de la Paz Augustana de 1555. Hay que recordar que guerra de los 30 años fue algo muy sangriento.
Católicos y protestantes se unieron de manera inesperada en las trincheras de la segunda guerra mundial. Ante la amenaza de las as aliadas rezaron juntos el Padrenuestro y cantaron juntos canciones como “Großer Gott, wir loben dich“ (Gran Dios, te adoramos).
El progreso ecuménico es un gran anhelo del pueblo alemán y se conseguirá con el resultado de la búsqueda indiviual de la voluntad de Dios y no como proceso igualatorio del que intercambia ideas equiparables. De hecho, todos, catolicos o no, tenemos necesidad de conversión y el principio de todo avance ecuménico es por tanto la conversión personal.
Es llamativo que Benedicto XVI ha duplicado el número de asistentes a las audiencias de los miércoles en San Pedro. No pocos son alemanes y entre ellos, cada vez más a menudo, acuden protestantes. El libro de Benedicto XVI “Jesus von Nazareth“ ha creado una gran expectativa en Alemania y sigue en la cima de los rankings de venta. Como me decía un amigo: “este libro es muy importante para nosotros, luteranos“. De hecho, los luteranos saben que Benedicto XVI es una de la grandes eminencias del luteranismo y por lo tanto para ellos una gran autoridad.
Lo propio del luteranismo es, por citar solo los puntos más centrales, la “sola scriptira“ (solo la escritura), la „sola fidei“ (solo la fe) y la „sola gratia“ (solo la gracia). Lo propio del catolicismo está en la teología de los sacramentos, en la importancia de la Tradición para la interpretación de la escritura y en el magisterio visible del Papa y de los obispos. El elemento católico es más bien el “et, et“ (una aspecto y el otro), evitando los reduccionismos. Un gran avance se consigió el 31 de octubre de 1999 con el documento común de la Santa Sede y de las Denominaciones Luteranas sobre el significado de la Justificación, que sentenció que no había un desentendimiento real en este concepto.
Comentarios
muy bueno tu artículo!
Viste que ganaste un Thinking Blogger Award!
Saludos!