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  • Generación Benedicto

    medium_generationbenedikt.jpegEl próximo 16 de abril el Papa Benedicto XVI celebrará su 80 cumpleaños, un hecho que sin duda será destacado en Alemania y en todo el mundo. Es una efemérides que tampoco pasará desapercibida por la publicación del primer libro de su pontificado, en el que trata la figura histórica de Jesús. Es un tema central que ha ocupado la investigación del Papa desde los primeros años su tarea académica.

    Otro libro reciente es Generation Benedikt (www.generation-benedikt.de), de una editorial del grupo Bertelsmann. Se trata de doce jóvenes de Alemania, Italia, Francia, Estados Unidos y México que han presentado doce preguntas al Papa y que ellos mismos responden según el espíritu de sus escritos y de su predicación. Han conseguido presentar el manuscrito al Papa, y él ha colaborado escribiendo el prefacio del libro. Entre las preguntas se encuentran temas relacionados con la oración, la orientación personal de la vida, el dolor, la conciencia, el sostenimiento de la fe en la vida corriente, el amor a la vida, el enamoramiento, la forma de ser, la fe y la diversión, el relativismo, la mejora del mundo y la necesidad de la Iglesia.

    Así mismo, estos jóvenes, todos menores de 30 años, se ofrecen a los medios de comunicación como interlocutores de una generación que está harta de que les presenten a la Iglesia como algo anticuado, que no les dice nada, ni les da nada. Todo lo contrario. Ellos se sienten actores de la nueva y necesaria  civilización del amor que proclamó Juan Pablo II. Se sienten incomprendidos por una sociedad que maltrata a la juventud haciéndola objeto del consumo, por una política que les despacha con palabras vacías y sin sustancia, por unos medios de comunicación que les disipan con unos sueños irreales y por unos aparentes reformadores de la Iglesia que la utilizan para lograr sus propios intereses y que les distraen del verdadero objetivo. Es de esperar que este libro acapare la atención de los jóvenes y de los medios de comunicación, como ya ocurrió en varias emisiones televisivas en las que participaron los portavoces de Generation Benedikt durante el último viaje de Benedicto XVI a Alemania en septiembre de 2006.

    El Papa, con frases sencillas y llenas de contenido, sigue repitiendo a los jóvenes que el cristianismo no es aburrido, sino que es un camino que produce felicidad; hace reflexionar ante la tentación de un proyecto de vida autónomo que minusvalora el valor de las relaciones humanas, especialmente con la propia familia; anima a una vida sin miedo a tomar decisiones definitivas, lo cual no supone una renuncia a la libertad personal; invita a una amistad verdadera sin sucedáneos virtuales y a un amor que se enriquece con una entrega incondicionada de sí mismo.

    En una entrevista televisiva en Castelgandolfo en agosto de 2006, Benedicto XVI invitó a contemplar la vida de los santos, unos personajes con la plenitud de la alegría de vivir por los demás y que, como San Agustín, no están exentos de tensiones internas, pero consiguen encauzar sus energías a lo que verdaderamente vale la pena, logrando así ser útiles. Por fiarse de Dios no perdieron nada. Desde Colonia, con todos los alemanes, me alegro del próximo cumpleaños del Papa.

  • Oscar para "La vida de los otros"

    medium_BerlinerMauer.2.jpeg“El hundimiento”, “Sophie Scholl”, “El noveno día”, “El gran silencio” y ahora “La vida de los otros” son excelentes muestras del reciente empuje del cine alemán. El jóven director coloniense Florian Henckel von Donnersmark, con sus 32 años, ha conseguido siete galadordones del cine alemán y tres del cine europeo con su película “Das Leben der Anderen” (La vida de los otros, www.das-leben-der-anderen.de) e incluso, por último, el Oscar en lengua no inglesa el pasado domingo.

    En poco más de una década Alemania vivió varios acontecimientos que han marcado su historia. La República Democrática Alemana (RDA) tuvo su origen en el tratado de los Aliados al terminar la II Guerra Mundial. El 7 de octubre de 1949 se constituyó la Volkskammer (La Cámara del Pueblo) y entró en vigor su constitución. El 8 de febrero de 1950 se creó el Ministerio de Seguridad del Estado. El 13 de agosto de 1961 comenzó la construcción del muro de Berlín y la Alemania del Este paso de la dictadura del nacionalsocialismo a la dictadura del comunismo.

    El largometraje consigue trasladarnos lo que supuso, sobre todo para los intelectuales y para los literatos, ser objecto del espionaje del Estado. La trama nos descubre magistralmente lo absurdo de la situación de un Estado en el que nadie cree, lo cual condujo al desmoronamiento, o tener consistencia en si mismo. La película relata el cambio interior profundo de un espía que se encuentra ante una vida vacía y, además, entromentiéndose en “la vida de los otros”.

    El 25 de septiembre de 1989 comezaron las manifestaciones de los lunes en Leipzig en las que se coreaba “Wir sind das Volk” (Nosotros somos el pueblo). Las recuerdo como si fuera hoy mismo. En la noche del 9 al 10 de noviembre de 1989 se abría el muro de Berlín y el 3 de octubre de 1990 se proclamaba la reunificación de Alemania. Me considero un privilegiado por haber vivido en Alemania un momento tan histórico. Recuerdo que se me puso la piel como carne de gallina cuando vi en Aquisgran (la ciudad más occidental de Alemania) el primer coche –que parecía de hojalata– con matrícula de la Alemania del Este.

    No sabemos lo que supone vivir en un país separado por un muro: familias separadas, expropiaciones forzosas, etc. Hoy en día es posible acceder al archivo de las actas de la Staatssicherheit (Seguridad del Estado). El reglamento 1/76 de 1976 del Ministerio de Seguridad preveía las siguientes medidas destructivas: desacreditación sistemática de la fama pública y del prestigio; organización sistemática de fracasos profesionales y sociales; destrucción de convicciones en relación con ciertos ideales y fomento de dudas; favorecer la desconfianza y las sospechas mutuas en grupos y organizaciones; aumento de rivalidades dentro de los grupos aprovechándose de las debilidades de algún miembro; enfocar a los grupos hacia sus problemas internos con el fin de evitar sus acciones externas nocivas al sistema; dificultar las relaciones humanas de algunos individuos, por ejemplo a través de desplazamientos forzosos del lugar de trabajo, etc.

    Para todo ello se servían de “colaboradores no oficiales” que actuaban como correo para los grupos o personas que querían desactivar el sistema; o bien enviaban cartas anónimas; hacían llamadas telefónicas anónimas; disipaban rumores sobre ciertas personas de un grupo; filtraban ciertas indiscrecciones o fingían destapar alguna medida de la Seguridad o invitaban a ciertas personas con motivo o sin él a las oficinas del ministerio. En definitiva, toda una estrategia perfectamente orquestada para controlar al individuo, para crear un Estado sin libertad. Afortunadamente es algo que ha quedado atrás en la pujante Alemania unificada.