La crisis sanitaria, económica y social generada por el Covid19 ha mostrado la flaqueza tanto del mundo desarrollado como del emergente. No es de extrañar que el Foro Económico Mundial, que comenzó hace 50 años como una plataforma para la colaboración entre el sector público y el privado, esté lanzando ahora la iniciativa "Great Reset". Se trata de un intento de adoptar un enfoque más holístico de la economía. De hecho, tenemos una pequeña franja de oportunidad para construir un mundo mejor. El profesor Muhammad Yunus, ganador del premio Nobel de la Paz, ha pedido que no se vuelva al “viejo mundo” sino que se construya un mundo nuevo que sea más justo y sostenible. Pero, ¿cómo pueden integrarse la sostenibilidad, la rentabilidad, la responsabilidad y la justicia social?; ¿Son fuerzas contradictorias y excluyentes o pueden ser integradas en nuestro comportamiento?; ¿Cómo adaptar nuestra manera de elegir o de decidir?; ¿Somos realmente capaces de construir un mundo mejor?; ¿Estamos dispuestos a cambiar nuestros hábitos de consumo en lo que respecta a la comida, la ropa o el transporte?
Las Naciones Unidas están promoviendo los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y el sector bancario y las finanzas viven una revolución en la medida que aumenta la presión política (como el Acuerdo Verde Europeoy el Acuerdo de París) para conectar la capacidad de recibir créditos al cumplimiento de los valores máximos de emisión de dióxido de carbono, por poner un ejemplo. Las inversiones impulsadas por el medio ambiente, la sociedad y la gobernanza (ESG) se están convirtiendo en la nueva norma. La llamada “economía circular” es una nueva forma de consumir y producir que tiene como objetivo reducir los residuos.
Pero, ¿son sólo palabras de moda o estamos hablando en serio? Las consecuencias del cambio climático no dejan lugar a dudas. No tenemos otra opción. Ante esta situación el profesor Klaus Schwab, fundador del Foro Económico Mundial y la profesora Rebeca Henderson de la Escuela de Negocios de Harvard están trabajando en la reinvención del capitalismo. ¿Es posible regular el mercado libre?, ¿no es esto una contradicción?
No hay duda de que mucho depende de la educación. Empieza en la familia, aprendiendo a admirar y respetar la naturaleza, aprendiendo a ser responsables con los residuos y el reciclaje, y continua en las universidades y escuelas de negocios donde podemos enseñar y aprender a dirigir un negocio sostenible. Estos desafíos requieren de un liderazgo reflexivo y líderes profundos, ¡verdaderas personalidades!
Es una cuestión de elección, es la hora de decidir qué estilo de vida queremos tener. Durante el año 2019 Greta Thunberg ha estado desafiando al establishment con el movimiento Viernes para el Futuro. Tengo mis dudas de que no ir a la escuela sea la mejor manera de luchar por el medio ambiente. Sin embargo, es correcto preguntarnos qué mundo queremos dejar en manos de la próxima generación y debemos permitir que la generación más joven nos pregunte cómo queremos afrontar esta tarea.