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  • El tren de Sóller en la era de internet

    Tren_de_Soller__historische_Eisenbahn_Mallorca.jpgMi primer encuentro con un tren fue mi primer viaje con el tren de Sóller. Para los palmesanos ir en este tren es un buen plan de fin de semana con la familia, que nos convierte en turistas que quieren contemplar el valle de Sóller desde los vagones de un transporte tan emblemático. Hoy hacemos llamadas telefónicas a una velocidad de 238 km/h desde trenes llenos de personas en constante tránsito y nadie se inmuta. Otro de mis grandes recuerdos es el tranvía entre Sóller y su puerto, desde el que intentábamos coger naranjas con las manos mientras oíamos el lento “tac-a-tac” que generaba sobre las vías.

    Hace unas semanas pude visitar la empresa Vossloh, en Werdohl. Se trata de un pueblo alemán escondido en el bosque, a una hora de ciudades importantes como Colonia, Düsseldorf o Dortmund. En Alemania hay muchas empresas de este tipo: líder en su sector, una de esas “hidden champions” que se dedica a la distribución mundial de railes, guías de tren y muelles que sujetan el raíl al fundamento. Aprendí mucho.

    Como soy ingeniero de Telecomunicaciones, aunque ahora sería incapaz de escribir de memoria las leyes de Maxwell, caí en la cuenta que tiene mucho sentido que en un futuro cada rail tenga un chip que recoja, por ejemplo, el número de trenes que pasan por ese raíl, su tonelaje y su velocidad. Conocer el estado de la viga permitiría que un tren avance sin conductor a alta velocidad. Parece casi inimaginable pero lo llegaremos a ver.

    En Nürnberg el metro se mueve y se para sin conductor. En Bad Aiblingen tuvo lugar un grave accidente de ferrocarril con muchos muertos porque el jefe de guías desactivó manualmente el sistema de seguridad mientras jugaba con su smartphone. La técnica está avanzando tanto, que no pocos accidentes ocurren desgraciadamente por errores humanos.

    Sin embargo, no me imagino el tren de Sóller sin conductor. Habrá trenes-museo como este que siempre deberán seguir siéndolo para atraer a los turistas, y en mi caso me siento muy vinculado a este ferrocarril ya que en la estación de Sóller vivió mi antecesor, el poeta Josep Lluís Pons i Gallarza. Deja constancia de ello una placa en el portal de la estación.