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  • Pérdida competitiva

    sprueche-zur-geburt-260930.jpgSon cada vez más numerosos los artículos que se ocupan con la situación demográfica de Alemania. Este es la caso del artículo aparecido el pasado 29.5 en el Frankfurter Allgemeine Zeitung sobre la pérdida competitiva que supone que Alemania sea el país del mundo con la menor tasa de natalidad.

    El hecho está en que la digitalización y la efectividad en la producción no pueden compensar, ni de lejos, a lo que se aproxima a Alemania en los próximos dos decenios: una caída considerable en la mano de obra capacitada. En Alemania nacen cada cinco años 8,2 niños por mil habitantes, mientras que en Japón son 8,4. En la Unión Europea se acercan Portugal con 9,0 e Italia con 9,3 .  De esto modo Alemania se convertirá en un lugar de trabajo menos atractivo y menos eficaz. Esto hace aún más imprescindible la corriente de mano de obra extranjera.

    La consultora “The Boston Consulting Group” pronostica que en quince años faltarán entre 5,8 y 7,7 millones personas en condición laboral. Esto afecta a todos los Land y pone el peligro el beinestar del país.

    Parece ser que nos vamos a tener que ir acostumbrando a noticias como esta. En la cuidad de Múnich, la media de edad de una mujer en el parto del primer hijo es de 35 años. Lo que me parece mucho más grave en la clase médica de los ginecólogos es que el 70 por ciento de los mismos, cuando una madre comunica la sospecha del nacimiento del tercer hijo, la pregunta de este profesional que así se autodesprestigia, suele ser: si se trata de un „accidente“, o si de verdad desea tener el hijo y un largo etcétera de impertinecias e intromisiones en asuntos que no le corresponde comentar.

    No es este un problema trivial y sin con consecuencias. Basta pensar que la media de edad en el año 2020 en Alemania será ya de 60 años. En vez de cochecitos de niños, veremos mayoritariamente carritos de anciano por la calles.

    Todo esto es un buen motivo para reflexionar sobre nuestros valores y sobre los fundamentos de nuestra sociedad.